Hondarribia es uno de los pueblos más bonitos y visitados de Gipuzkoa por su pintoresco casco antiguo y sus calles empedradas llenas de casas coloridas con balcones de madera.

Además de su patrimonio histórico, esta localidad, que ofrece un ambiente medieval con un toque moderno, cuenta también con una irresistible oferta gastronómica donde poder degustar los mejores platos de la gastronomía vasca. Sus bares de pintxos y restaurantes ofrecen delicias culinarias basadas en pescados frescos y mariscos. 

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Visita a Hondarribia L.C.

La zona de la playa y su dinámica escena gastronómica se suman a los atractivos de Hondarribia. Y si buscamos un alojamiento que esté a la altura, una buena opción es su Parador, ubicado nada más y nada menos que en un castillo medieval del siglo X que gozó de una gran importancia estratégica al ubicarse en la frontera de España y Francia: El Castillo de Carlos V.

El Castillo de Carlos V

En la Plaza de Armas, su imponente fortaleza, el Castillo de Carlos V, domina el paisaje y ofrece vistas panorámicas del mar Cantábrico. 

El Parador de Hondarribia combina la modernidad con la esencia histórica. Además de sus cómodas habitaciones, este lugar cuenta con salones con mobiliario de época y tapices espectaculares. También destaca su terraza con vistas al mar y su jardín.

Interior del Parador del Castillo de Carlos V paradores.es

Desde el siglo X

La fortaleza original data del siglo X y fue construida por el rey Sancho II de Pamplona. Años después, en el siglo XVI, bajo el reinado de Carlos V, el castillo tuvo varias reformas y ampliaciones, de ahí su nombre actual.

Este emblemático edificio, que domina la entrada del puerto y la ciudad, ha sido testigo de siglos de historia y ha jugado un papel clave en la defensa de la zona. Su arquitectura renacentista y su imponente presencia lo convierten en un hito destacado en el paisaje de Hondarribia.

Ofreciendo vistas panorámicas del mar Cantábrico y los alrededores, el Castillo de Carlos V e una opción de alojamiento y un recordatorio vivo de la rica herencia histórica de Gipuzkoa.

Entre estos muros de piedra habitaron importantes personalidades de la época como Velázquez o los reyes Carlos V, Felipe IV y Felipe V. 

Asimismo, el Castillo de Carlos V fue testigo de largas batallas que le ocasionaron importantes daños. Como consecuencia de estos daños, el castillo permaneció en ruinas hasta que fue rehabilitado y convertido en Parador Nacional en 1968.