Su ubicación a medio camino entre Berlín y Londres, en una posición geográfica por la que pasaban también las rutas comerciales entre el sur y el norte de Europa, ha sido clave para la historia de una de las ciudades más prósperas de Europa. La quinta ciudad más poblada de Alemania se ha ido reinventado constantemente para adaptarse a los tiempos y apuesta por la sostenibilidad y un turismo sostenible y cultural. 

Diez visitas en Frankfurt

1 Main Tower. Vistas de altura. www.maintower.de/en/ 

2 Museo Staedel. El mayor museo de la ciudad. www.staedelmuseum.de 

3 Paseo por el casco histórico. www.frankfurt-tourismus.de

4 Compras y gastronomía. En Kleinmarket https://kleinmarkthalle.de/

5 Paseo por el río. En barco. www.primus-linie.de

6 Barrio de las sidrerías. Sachsenhausen.

7 Pasear en bici. Por los cinturones verdes y las orillas del río. La app Call a Bike de DB (la RENFE alemana) permite utilizar las bicicletas desde 9 euros al día.

8 Música Clásica. En las dos Óperas de la ciudad y las iglesias. Webs: Oper-frankfurt.de, www.dom-frankfurt.de, www.dom-frankfurt.de 

9 Goethe y el romanticismo. http://frankfurter-goethe-haus.de/en/ 

10 PalmenGarten y Jardin Chino. En torno y cerca de la muralla verde la ciudad cuenta con una gran variedad de jardines. Gardens | Stadt Frankfurt am Main.

Una leyenda atribuye a Carlos Magno su fundación. Otro de los grandes de la historia europea, Napoleón, también llegó a la ciudad para ocuparla y de paso derribar sus murallas medievales para facilitar su ampliación, y probablemente también para dejarla desprotegida. En el lugar de las antiguas fortificaciones y, adelantándose a los tiempos, Frankfurt creó un primer cinturón verde de jardines y parques para disfrute de sus habitantes y visitantes.

Y es dentro de este primer cinturón verde donde se concentran una gran parte de los puntos de interés de la metrópoli como la casa natal de Goethe, el Cervantes de la lengua alemana, visita imprescindible para los amantes de la literatura. Recientemente se abrió en esa misma calle, Großer Hirschgraben, el Museo del romanticismo, corriente del que el afamado escritor alemán es uno de sus máximos exponentes.

Barcos turísticos recorren el río Meno, que pasa por la ciudad. Igor Galo

No muy lejos, ya que en realidad todo está muy cerca en esta ciudad que es el paraíso de los peatones, se levanta la mal llamada catedral imperial de San Bartolomé. Aunque no es realmente una catedral al no contar la ciudad con un obispo, su importancia deriva de haber sido el lugar de coronación de los máximos gobernantes del imperio sacro y alemán.

A pocos pasos se encuentra el MMK, o Museo de arte moderno, que reúne en su amplia colección obras de autores como Roy Lichtenstein y Andy Warhol, mientras que el Museo de la historia de Frankfurt, hace un recorrido de forma amena por los quince siglos de historia del burgo. La Casa de la balanza dorada, un edificio histórico de 1618 que se reconstruyó hace menos de una década y que se puede visitar en tours guiados, es uno de los atractivos más populares de esta institución cultural.

El Museo Arqueológico o el Museo Judío son otras dos opciones interesantes para profundizar en la historia y cultura de esta ciudad germana que ha sido cuna de la familia de banqueros Rothschild, del literato Goethe o los pensadores de la influyente Escuela de Frankfurt en tiempos modernos.

Pero no todo el arte se concentra en museos. Frankfurt cuenta con una gran tradición musical y el visitante puede disfrutar en la Ópera moderna de la ciudad, con una oferta muy amplia y con precios atractivos si se compran las entradas con tiempo, o en la Alte Oper, la antigua Ópera, reconstruida tras las II Guerra Mundial por donantes privados, que alberga espectáculos musicales de todos los géneros. La catedral y la iglesia de Santa Catalina suelen convertirse también de forma frecuente en escenario de conciertos de música clásica.

El ‘casco histórico’

El nuevo casco histórico de la ciudad tiene su epicentro en la plaza de Römerberg. Destruida por los bombardeos aliados al final de la II Guerra Mundial, su reconstrucción no se terminó hasta 1985. Este espacio, presidido por una estatua que representa a la justicia, fue testigo de quemas de libros por parte de los nazis. Hoy se ha convertido en el kilómetro cero para cualquier recorrido iniciático además de lugar obligado para conocer cómo lucía la ciudad en la que se eligieron, y coronaron, durante siglos a los emperadores alemanes. También se encuentra aquí la oficina turística de la ciudad, donde el viajero puede encontrar la información completa de la agenda cultural de Frankfurt.

Uno de los edificios levantados en la posguerra que sí ha sobrevivido tanto a la construcción de los modernos edificios de oficina, como a la reconstrucción historicista del parte del centro de la ciudad, es el Kleinmarkthalle. En este tradicional mercado se mezclan puestos de venta tanto de productos kilómetro cero, como salchichas, sidras y vinos locales, con otros productos selectos de los cinco continentes. Los fines de semana se ha convertido en el mejor lugar para socializar, comer y beber mezclándose con los francforteses a partir del mediodía.

El GrunGurtel, o cinturón verde, rodea la ciudad. Igor Galo

El ‘cinturón verde’

Dos siglos después de la transformación de sus murallas históricas por un cinturón verde, Frankfurt está terminando su nuevo gran proyecto en sostenibilidad para el nuevo siglo. El GrunGurtel, o cinturón verde, rodea la ciudad con una franja de 70 kilómetros de parques, bosques, ríos y caminos que se pueden recorrer caminando o en bicicleta. El proyecto, uno de los primeros en su género arrancó a finales del siglo XX, ofrece muchas posibilidades de ocio al aire libre para familias y viajeros.

Una forma de contemplarlo es desde el observatorio de la MainTower, un rascacielos de 200 metros de altura ubicado en el barrio financiero de la ciudad. Abierto a los visitantes, es una visita muy recomendada para disfrutar de la mejor panorámica de la ciudad y sus alrededores.

Desde su mirador puede verse el recorrido del río Meno, que pasa por la ciudad y por el que navegan los barcos turísticos. Varias compañías ofrecen visitas guiadas desde el agua, una forma cómoda y sostenible de ver los principales atractivos de la ciudad como el Banco Central Europeo, la ciudad vieja o Museo Staedel, el principal museo de la ciudad.

Alrededores con encanto

Wiesbaden. Situada a 40 kilómetros de Frankfurt, es la capital del estado de Hesse y una de las ciudades más ricas de Alemania. Es famosa por sus spas y aguas termales, su casco histórico y su actividad cultural. Las dos ciudades tienen amplias conexiones por tren. Los viajeros en buena forma física, en especial en verano, pueden recorrer la distancia entre Frankfurt y Wiesbaden en bicicleta gracias a la amplia red de carriles bici.

Maguncia. Se encuentra frente a Wiesbaden y es conocida por su casco antiguo, con casas de entramado de madera y plazas de mercado medievales. En el centro está Marktbrunnen, una fuente renacentista con columnas rojas. El Museo Gutenberg rinde homenaje al inventor de la imprenta, que nació aquí, con exposiciones y dos de sus biblias originales. 

Esta pinacoteca cuenta con una amplia colección que abarca desde los maestros clásicos de los siglos XIV al XVIII hasta la pintura moderna, incluyendo obras contemporáneas de relevancia en su reciente ampliación. Botticelli, Rembrandt, Monet, Pablo Picasso o Francis Bacon son sólo algunos de los artistas presentes en sus galerías. Es el más importante, pero no el único de la ciudad que cuenta con 40 museos muchos de ellos ubicados sobre la orilla sur del río Meno. También en esta ribera se localiza el barrio de Sachsenhausen, donde se encuentran gran parte de las sidrerías de Frankfurt en algunas de las casas típicas que sobrevivieron a la guerra europea. Los viernes y sábados por la noche, los restaurantes tradicionales del barrio se convierten en lugar de encuentro de lugareños y visitantes para disfrutar de la sidra o apfelwein, la bebida típica de la ciudad.

“La vida pertenece a los vivos, y el que vive debe estar preparado para los cambios” es una conocida frase de Johann Wolfgan Von Goethe, el vecino más ilustre de la metrópoli alemana. Parece que en su ciudad natal siguen el dictado con éxito, y una Frankfurt más viva que nunca continúa cambiando; son tiempos para adaptarse a un futuro más sostenible sin perder su relevancia en el continente. 

El mercadillo de Navidad se extiende por el casco histórico. Francesco Carovillano

En Navidad: mercadillos

El Mercado de Navidad en Frankfurt es toda una institución. Con su gigantesco tamaño, varios escenarios y una multitud de visitantes, se erige como uno de los más importantes de toda Alemania. Los puestos y la celebración se extienden por toda la ciudad, pero la plaza central del casco histórico, Römerberg, y la vecina plaza de San Pablo son el epicentro. Otras zonas con puestos gastronómicos y de regalos son Friedrich-Stoltze-Platz, la Rosa Weihnacht, dirigido principalmente a la comunidad gay, aunque su iluminación, decoración y diseño crea un ambiente que atrae a una audiencia diversa.

La céntrica plaza Hauptwache también alberga una gran cantidad de puestos navideños que merece la pena explorar. Además, la principal arteria comercial de Frankfurt, Zeil, se extiende justo al lado invitando a los visitantes a realizar sus compras navideñas en un entorno animado y festivo.

El mercado navideño de Frankfurt se celebra del 27 de noviembre al 29 de diciembre, con los puestos abiertos hasta las 9 de la noche. Los sábados y domingos hay conciertos de villancicos en espacios públicos e iglesias, además de otras actividades que se pueden consultar en www.frankfurt-tourismus.de