El Club de las bahías más bellas del mundo es una asociación internacional creada en Berlín en 1997 para realzar el potencial turístico, económico y social de los enclaves marítimos mundiales que cuentan con una bahía excepcional en cualquier litoral del mundo.

A este selecto club pertenecen 42 bahías de un total de 27 países y entre los requistos que deben de cumlir están el ser objeto de medidas de protección; tener una fauna y una flora de interés; disponer de espacios naturales notables y atractivos; que sea conocida y apreciada a nivel local y nacional; que sea una lugar emblemático para la población local y, por último, mostrar un cierto potencial económico.

Santander y Roses son las dos españolas que pertenecen a esta selecta asociación.

Santander

La espectacular bahía de Santander es un enclave marítimo de 5.000 hectáreas de extensión y conforma uno de los grandes símbolos de identidad de la cosmopolita capital cántabra. Además es un espacio de interés paisajístico y natural bajo protección costera.

Sus magníficas playas son algunos de los espacios más apreciados de la bahía, extendiéndose a través de cinco kilómetros de costa, los cuales se alternan con espacios verdes que luchan por asomarse al litoral.

La entrada a la bahía está precedida por la ensenada de El Sardinero, donde se localiza la isla de Mouro. El acceso al interior de la bahía es a través de un paso de mar entre la Península de la Magdalena (donde está el palacio) y el arenal de El Puntal, barra longitudina de playas y dunas que protege la bahía.

Además de los innumerables encantos de la capital, puede visitarse Pedreña, localidad muy próxima a Santander, cuyo acceso desde la capital es más rápido curiosamente en barco que en coche, ya que evita recorrer gran parte de la bahía por la A-8.

Para apreciar con más detalle y en todo su conjunto la bahía de Santander e incluso poder llegar antes que en coche a los destinos costeros, nada como una excursión en barca desde el embarcadero del Paseo de Pereda de la capital hasta Pedreña y las playas de Somo y el Puntal (en la ribera sur), y hasta las playas de la Magdalena y , el Sardinero y el faro de Cabo Mayor (en la zona norte).

La playa de El Puntal es una curiosa lengua arenosa situada frente a la Península de la Magdalena que resulta ideal para un idílico paseo, un baño o la práctica del surfi y el fútbol playa.

La isla de Santa Marina tiene gran importancia ornitológica y es la isla más grande del litoral cántabro. Pertenece a la costa de Ribamontán al Mar, un interesante tramo costero con la gran playa El Puntal-Somo-Loredo a su izquierda, y los acantilados que anteceden al cabo Galizano y a la playa de Langre, a su derecha.

Roses

El municipio de Castelló d'Empúries-Empuriabrava pertenece, desde 2011, al club de las bahías más bellas del mundo, juntamente con Roses, Sant Pere Pescador y L'Escala. La bahía de Roses ofrece más de 45 kilómetros de playas y 15 de calas. Estas playas se caracterizan por tener aguas poco profundas, ideales para familias y para disfrutar de deportes de vela.

Las calas, tranquilas y con aguas transparentes, con acantilados que encajan con la costa más suave de la Costa Brava. La bahía limita al norte con el Parque Natural del Cabo de Creus, al sur, con el Parque Natural del Montgrí y, en el centro, se encuentra el Parque Natural Aiguamolls del Empordà.

Visitar al menos los pueblos de Cadaqués y Roses es inexcusable para el viajero, aunque el resto de localidades no les desmerezcan. Su oferta, cultural, paisajística, de naturaleza y gastronómica no dejará indifeente a nadie.

Además esta es una pequeña selección de las playas que se pueden disfrutrar en la zona. Playa de la Punta, en el centro de Roses. Playa de Roses, entre la bocana y Santa Margarida, comprende 1,7 kilómetros de playa. También la playa de Santa Margarida, unos 600 metros de arena fina.

Canyelles, esta pequeña cala se encuentra en la urbanización del mismo nombre a unos 3 kilómetros del centro de la localidad.

Casla rostella y Murtra, prácticamente su acceso es en barco por lo que son calas casi vírgenes.

Cala Montjoi, a unos 7 kilómetros de Roses si por algo se ha hecho famosa esta cala es porque allí se encuentra el internacional restaurante el Bulli.