El líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y ex primer ministro italiano, Giuseppe Conte, asegura en una entrevista con Efe que la ultraderechista Giorgia Meloni, la gran favorita para ganar las elecciones, “no es idónea para gobernar” por sus vínculos con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, y sobre futuros posibles pactos para frenar a la derecha adelanta que “no hay posibilidad de diálogo” con los progresistas.

Conte, dos veces jefe de Gobierno en alianzas con la soberanista Liga y con el Partido Demócrata (PD), se ha echado a la espalda la refundación del M5S tras la marcha de Luigi di Maio y las encuestas le dan un 13,5% en las intenciones de voto.

Tras varias divergencias, Conte dejó de apoyar al Gobierno de Mario Draghi, lo que desencadenó su caída y las elecciones anticipadas, pero él no acepta esa culpa y lo explica: “Draghi optó por dimitir a pesar de tener una mayoría justa, prefirió cerrar las puertas al M5S y rechazar nuestro programa para ayudar por el encarecimiento de la energía, los aumentos salariales y otras emergencias para el país. Ahora los italianos pagan las consecuencias”.

Un país débil

Ante la que todos los sondeos auguran como una amplia victoria de la derecha, Conte asegura que con ese triunfo “Italia será un país más débil y con mayores dificultades porque las recetas de Meloni son inadecuadas”. “No tengo miedo a un problema de democracia: los eslóganes de Meloni se derrotan con propuestas programáticas serias, el problema es más bien el beneplácito de Meloni a Orbán con sus políticas autoritarias y antiliberales. Esto nos dice que no es una persona idónea para gobernar nuestra República, cuyos valores fundacionales están a años luz de las ideas que hoy dominan en Budapest”, afirma.

Pero ante la pregunta de si el M5S está disponible para aliarse con el PD y hacer frente a la derecha después de las elecciones, Conte excluye cualquier acuerdo con sus exsocios de gobierno. “Lo hemos dicho varias veces: para nosotros las alianzas se hacen sobre los temas, no por la conveniencia de un cálculo numérico. Y luego hay una razón política que hoy excluye cualquier acuerdo, con estos líderes del PD no hay posibilidad de diálogo”, afirma contundente. “No doy licencias de legitimidad política a otros, pero creo que la agenda política del M5S es el punto más avanzado del progresismo italiano”, asegura. Para el M5S, ahora “la urgencia es devolver la dignidad al trabajo” y por eso propone “un salario mínimo de 9 euros la hora” que lamenta “las otras fuerzas políticas lo están boicoteando”.

Sobre uno de los mayores problemas que afronta el país, la crisis energética, Conte avanza la creación de un Fondo de Recuperación de Energía: “Como hicimos para la sanidad durante la pandemia. Llevamos 7 meses diciendo esto pero hace unos días esta receta recibió el favor del FMI”. A esto “habría que añadir un plan estructural de inversiones en renovables para una verdadera transición ecológica y una diversificación energética efectiva: por ello, a nivel de la UE, sería importante separar las inversiones verdes del cálculo del déficit para cumplir con el Pacto de Estabilidad”.

Conte prefiere no responder sobre cuál sería un resultado satisfactorio para el M5S, pero asegura que se está subiendo en las encuestas.

La polémica

Saludo fascista de un concejal

Consejero de Meloni. Un vídeo que muestra al concejal de Seguridad de la región de Lombardía (norte de Italia), Romano La Russa, miembro del partido ultraderechista Hermanos de Italia (FdI) de Giorgia Meloni, haciendo el saludo fascista en un funeral ha desatado la polémica en el país. Romano La Russa, hermano del exministro Ignacio La Russa, cofundador de FdI junto a Meloni, acudió el pasado lunes a las exequias de Alberto Stabilini, exponente histórico de la extrema derecha de Milán, la capital lombarda, y en el vídeo se le puede ver en el centro de un grupo de personas que hace en varias ocasiones el saludo fascista o romano, con el brazo derecha alzado, mientras se oye el grito “presente”.

Elecciones en corto

¿Qué se juega?

400 diputados. Un referéndum avaló en septiembre de 2020 una reforma constitucional que implicó rebajar de 630 a 400 la cifra de escaños en la Cámara de Diputados. También se redujo de 315 a 200 el número de senadores designados por votación popular. La Constitución establece que la renovación de las cámaras debe realizarse cada cinco años, pero en la práctica alcanzar el final teórico de la legislatura depende de la estabilidad del Gobierno.

El reparto

Escaños. El 36% de los escaños se reparten mediante un sistema de circunscripciones uninominales, en el que obtiene el escaño el candidato que obtenga un mayor número de votos. Esta fórmula servirá para repartir 147 escaños en la Cámara de Diputados y 74 en el Senado. Otro 61% –245 diputados y 122 senadores– serán designados a partir de un sistema proporcional de listas, con entre uno y ocho escaños por circunscripción, en función de la población que tengan. La normativa reserva el 2% –ocho en la Cámara de Diputados y cuatro en el Senado– para los italianos que viven en el extranjero.

Sondeos

Meloni en cabeza. Los sondeos sitúan a los ultraderechistas Hermanos de Italia de Giorgia Meloni como favoritos en intención de voto. Meloni aspira a ser la primera mujer en encabezar un Gobierno de Italia.