Gran parte de Francia está afectada por una importante sequía, entre sucesivas olas de calor y una prolongada ausencia de precipitaciones, lo que ha obligado a poner en marcha restricciones de agua en amplias zonas del país.

Un total de 86 de los 95 departamentos de la Francia metropolitana están en algún tipo de alerta sobre el uso de agua, según la red de vigilancia Propluvia, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica.

El nivel de alerta más grave, el de "crisis", ha sido declarado en 34 departamentos, sobre todo en el oeste, el centro y el sureste del país. Otros 37 están en el segundo nivel más grave, el de "alerta reforzada".

En todos esos departamentos hay algún tipo de restricción en el consumo doméstico, urbano, agrícola o industrial. Algunas poblaciones del interior deben abastecerse por camiones cisterna para el consumo de la población.

Francia sufre hoy y mañana un nuevo episodio canicular, centrado en el sureste del país.

Estas repetidas olas de calor han empeorado una situación ya complicada por la falta de lluvias en los últimos meses y semanas.

La primera quincena de julio ha sido el período más seco que se conoce en el país, según la agencia Meteo Fance, que también ha contribuido a varios graves incendios forestales ocurridos este mes.