Descubrir los parajes naturales que nos rodean, perderse por las calles del casco antiguo de cualquier ciudad, surfear olas de hasta 10 metros, o disfrutar de la mejor gastronomía. Euskadi, Navarra y las comunidades más cercanas cuentan con una amplísima oferta de turismo y ocio, por lo que este verano quedarse cerca de casa será garantía de unas inolvidables vacaciones.

Con sus 252 km de costa, uno de los grandes atractivos de Euskadi es su litoral, con sus bellísimas playas de arena dorada, que harán las delicias de los amantes del sol, y también de los surfistas. Para aquellos que prefieran darse un baño de naturaleza, les proponemos perderse en la belleza de la selva de Irati, un enclave único en España, donde sus 17.000 hectáreas de naturaleza salvaje hacen que disfrutar de un paisaje natural adquiera otro nivel. Y, ¿por qué no pasar una divertida jornada en familia en el parque Wow de Urrugne?

Una visita a las cuevas de Zugarramurdi nos transportará al mundo de las brujas, y siguiendo con la temática fantástica, no podemos perdernos San Juan de Gaztelugatxe, uno de los enclaves más valorado por viajeros de todo el mundo, que ha sido escenario de piratas, aquelarres y leyendas.

Imprescindible también para los que gozan conociendo el patrimonio histórico acercarse al Palacio de Olite. Este castillo de cuento es el monumento medieval más importante de Navarra. Garantía de éxito será también pasar una jornada en el parque de la naturaleza de Cabárceno, donde habitan 120 especies de animales de los cinco continentes en semi libertad. Un plan perfecto para familias con niños.

Para los cinco sentidos

Degustar los caldos de alguna de las pequeñas bodegas familiares de la Rioja Alavesa, hacer un recorrido de pintxos por la Parte Vieja de Donostia o brindar en compañía de amigos con un buen Rioja en la bulliciosa calle del Laurel de Logroño son otros de los planes que podremos hacer este verano sin tener que recorrer largas distancias.

Y en caso de que el buen tiempo no acompañe, siempre es una buena opción adentrarse en algún museo como el Museo Fournier de Naipes de Araba. Ubicado en el palacio renacentista de Bendaña, en pleno casco antiguo de Vitoria-Gasteiz, acoge una colección de barajas de cartas única en el mundo.