Salvaje y bello, Cantabria es un territorio que destaca por sus incomparables parajes naturales, comenzando por la cordillera que la atraviesa: los Picos de Europa. Aunque el conjunto montañoso supera los 2.500 metros de altura y da la sensación de extenderse en todas las direcciones, acceder a todas las posibilidades que ofrece es muy sencillo gracias al teleférico de Fuente Dé, que permite ascender a más de 1.800 metros en pocos minutos. Desde la estación superior, existen múltiples senderos para seguir disfrutando de la alta montaña.

Para los que prefieren el mar, Cantabria también tiene el privilegio de tener abundantes kilómetros de costa (211, para ser exactos), con playas paradisíacas como las de la Costa Quebrada, la de Langre o la de Santoña.

Otras paradas obligatorias en una ruta de turismo verde son el valle de Liébana, una maravilla de la naturaleza repleta de vegetación a los pies de los Picos de Europa, o el bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal, un paisaje único con árboles de más de 40 metros de altura.

El nacimiento del río Ebro, en la Fuentona de Fontibre, es también un destino imprescindible, un espacio bellísimo de aguas cristalinas cuyo caudal surge de las entrañas del pico Tres Mares.

Lo cierto es que de las muchas virtudes de Cantabria, la diversidad y calidad de sus espacios naturales es una de las características que mejor definen el territorio.

Un territorio que cuenta la historia de nuestra especie

Pocos territorios tendrán el privilegio de contar con tantos vestigios de los primeros signos de expresión artística del Homo Sapiens como Cantabria. De hecho, a la cueva de Altamira le corresponde el privilegio de ser el primer lugar en el mundo en el que se identificó por primera vez la existencia del arte rupestre del Paleolítico superior.

Aunque el yacimiento de Altamira es el más importante de la península Ibérica, ya que sus pinturas son increíblemente singulares por su calidad y conservación, no es el único de relevancia en el territorio cántabro, que cuenta con un total de nueve cuevas prehistóricas catalogadas como Patrimonio de la Humanidad.

Así, las cuevas del Monte Castillo, situadas en Puente Viesgo, cuenta con hasta cuatro cavidades con arte rupestre paleolítico, si bien solo dos están abiertas al público: El Castillo y Las Monedas. Este intrincado conjunto de cuevas ha sido frecuentado por la humanidad durante al menos los últimos 150.000 años.

La cueva de Hornos de la Peña, en la localidad de San Felices de Buelna, destaca por contener uno de los conjuntos de grabados más completos de la región, con figuras de caballos, uros, cabras o ciervos.

También existen restos del amanecer de nuestra especie en cuevas como las de Covalanas, en el municipio de Ramales de la Victoria, El Pendo, en Escobedo de Camargo, o la del Moro Chufín, en Rionansa.

Como experiencia, pocas actividades cargan con tanto peso en la conciencia humana como la de contemplar las primeras piezas de arte de las que tenemos constancia.

Un moderno centro neurálgico para la la vanguardia artística actual

El Centro Botín es un centro de arte de referencia internacional que se encuentra en corazón de Santander. Situado en voladizo sobre el mar, el edificio que lo alberga ya es llamativo, pues no toca tierra, suspendido sobre pilares y columnas a la altura de las copas de los árboles de los Jardines de Pereda.

Por dentro, el centro está dividido en dos volúmenes. La sección oeste cuenta con con dos salas de exposiciones que suman 2.500 metros cuadrados, mientras que la este está dedicada a actividades culturales con un auditorio para 300 personas, aulas de estudio y una azotea con vistas magníficas de Santander y su bahía.

A lo largo del verano de 2022, el centro acoge la primera exposición en España de la artista norteamericana de prestigio internacional Ellen Gallagher. Abarca dos décadas de producción artística, incluyendo pinturas, obras sobre papel y tres instalaciones fílmicas creadas en colaboración con el artista neerlandés Edgar Cleijne.

Fauna de los cinco continentes

No es un zoológico al uso, ni un parque natural. El Parque de la Naturaleza de Cabárceno es referencia a nivel mundial en cuanto a cría en cautividad y acoge a especies animales de los cinco continentes en 750 hectáreas de terreno kárstico, en un ambiente natural que pocos recintos en el mundo han conseguido igualar. Debido a su concepción cultural, recreativa y educativa, Cabárceno es un destino ideal para pasar un gran día en familia.