EN la tarde de ayer jueves, en las inmediaciones del museo Guggenheim, se construyó una colosal torre de babel. Cuando apenas faltaban dos minutos para que el reloj marcase las 16.00 horas, ya se contaban por cientos las personas que se agolpaban contra las vallas que daban acceso al recinto festivo, presidido por un colosal escenario. Muchos de ellos lucían orgullosos las banderas de sus respectivos países. Las ikurriñas se entremezclaban con los estandartes venezolanos, los eslovacos o los lusos, entre muchos otros. Quienes portaban las enseñas de Portugal eran Joana, Sofia, Ruy y Tiago. “Hemos venido a Bilbao desde Oporto para ver el inicio del Tour. Eso es lo principal, pero también queremos visitar el País Vasco durante estos cinco días”, explicó Tiago mientras caminaba a paso ligero hacia el escenario. Y es que en cuanto el minutero y el segundero indicaron que ya eran las 16.00, la marea amarilla del Tour inundó el recinto montado en los aledaños del gigante de titanio. Como Tiago, Zuriñe y Pierre también caminaban a paso ligero. Ella es alavesa, de Gasteiz. Y él, belga. “Aunque diga que ha venido hasta aquí para estar conmigo, lo que realmente le interesa es ver el inicio del tour”, confesó esta, entre risas. Pierre lucía los colores nacionales de Bélgica en su camiseta, que también mostraba imágenes relacionadas con el ciclismo. “Soy muy aficionado”, reconoció. En esta edición del Tour de Francia compiten ciclistas de su país como Wout van Aert, en Jumbo-Visma, y Jasper Philipsen, en el Alpecin-Deceuninck. “Son los dos más importantes”, subrayó, decidido.

Según iba pasando el tiempo, los aficionados y las aficionadas del ciclismo iban aumentando en número. La emoción contenida también comenzó a desbordarse por sus cuatro costados. El ambiente era propicio para que esto sucediera, ya que de los altavoces situados en los extremos del escenario comenzaron a emanar música. Así, el reggaetón se encadenó con sonidos pop y estos daban paso a canciones en euskera. Disfrutando de este crisol de ritmos y géneros musicales se encontraba Corina, que es alemana. “Realmente no sabía nada del Tour, me he encontrado con todo esto hace media hora y nos hemos enterado, casi de refilón, de que salía desde Bilbao”, dijo en un inglés marcado por un fuerte acento germano. El ciclismo no despierta en Corina grandes emociones, pero sí lo hace en los corazones de Sonia y Rafael. “Hemos venido desde Asturias y nos quedaremos unos días”, dijeron. A la pareja astur no solo le gusta el ciclismo, también lo practica con asiduidad y no se pierde un Tour. “Creemos que éste va a contribuir a posicionar aun más a Bilbao en el panorama internacional, sobre todo en el mundo del ciclismo”, expuso Rafael.

La familia Hindley

Así lo consideraron también Edorta, Ángel y Koldo. “Es un evento único y singular que ha venido a Bilbao, y queremos ser testigos. El impacto que va a tener el Tour va a ser impresionante”, opinó Koldo. Donna, Nick, Anette y Hestia, en cambio, estaban más pendientes de otras cuestiones que nada tienen que ver con el impacto de la carrera en la capital vizcaina. Este grupo de australianos son familiares muy cercanos del ciclista Jai Hindley. “¡El año pasado ganó el Giro de Italia!”, exclamó Donna, su tía, emocionada. Todos los Hindley vestían camisetas negras con una foto de su lovely child estampada en el centro: “Llevamos apoyándole en esta aventura desde que era muy pequeño y nos emociona mucho estar hoy aquí”.

Poco después de que los Hindley se perdiesen entre la marabunta sedienta de ciclismo, comenzó el acto inaugural de la 110 edición del Tour de Francia. Eran, exactamente, las 17.19 cuando un grupo de dantzaris tomó el escenario para bailar la Danza de Kaxarranka, como marca la tradición en el Día de San Pedro. Cuando terminaron, la marea amarilla estalló en un sonoro aplauso. La caravana de la mejor carrera del mundo ya está en Bilbao. La carrera por la victoria final en los Campos Elíseos arranca mañana.

La opinión de los aficionados

“Hemos venido para ver qué hay, no conocemos a nadie”

“Hemos venido para ver qué hay, no conocemos a nadie” José Mari Martínez

Una familia bilbaina y donostiarra unida por las vacaciones de verano no se quiso perder el primer plato fuerte del Tour de Francia. Sin conocer a ninguno de los ciclistas que recorrerán Bizkaia el sábado, decidieron acercarse a la explanada del museo Guggenheim para disfrutar del ambiente: “Hemos venido para ver qué hay, realmente no conocemos a ningún ciclista”.

“Estamos aquí para comer, dar una vuelta y ver el ambiente”

“Estamos aquí para comer, dar una vuelta y ver el ambiente” José Mari Martínez

Desde Amorebieta-Etxano, lugar donde arrancará el lunes la tercera etapa de la Grande Boucle, se acercaron a la presentación de los equipos “sin tener ningún ciclista favorito”. “Hemos venido a comer y dar una vuelta para ver el ambiente”, señalaron. Optaron por los que son más sonados. Ven a Pogacar y Vingegaard como los favoritos para salir de Bilbao con el maillot amarillo. 

“Vamos con todos los ciclistas, en especial con Vingegaard”

“Vamos con todos los ciclistas, en especial con Vingegaard” José Mari Martínez

El Tour de Francia une a personas de diferentes partes del mundo en torno a la magia de las dos ruedas. En la cola del evento, esperando para recibir merchandising oficial de la carrera, dos mujeres panameñas que residen en Bilbao y aman el ciclismo, no se han querido perder la presentación: “Nos gustan todos los ciclistas, especialmente apoyamos al danés Vingegaard”.

“Es el Tour número 21 a mis espaldas y mantengo la ilusión”

“Es el Tour número 21 a mis espaldas y mantengo la ilusión” José Mari Martínez

Es fácil reconocer cuando una familia vive por y para el ciclismo. Este es un claro ejemplo, vienen desde Getxo y definen de “burrada” la gran fiesta que se está organizando en torno a la carrera francesa. A punto de dar comienzo el que será su Tour número 21, mantienen la ilusión intacta como el primer día: “Me haría especial ilusión que Wout van Aert ganase la etapa en Bilbao”.

“No recibiremos la llegada del Tour a París este año”

“No recibiremos la llegada del Tour a París este año” José Mari Martínez

Desde Inglaterra, recién aterrizados en Bilbao, acudieron bastante preparados a la presentación de los equipos para apoyar a uno de sus ciclistas favoritos: Mark Cavendish. No será la única etapa que seguirán en Euskadi, esperarán en Donostia la llegada de los ciclistas el domingo. “Aunque esta vez no recibiremos el final del Tour en París, como ya hicimos en 2.014”, lamentan.

“Para estar a ese nivel tienes que ser bueno y estar preparado”

“Para estar a ese nivel tienes que ser bueno y estar preparado” José Mari Martínez

En los aledaños de la explanada del museo Guggenheim, paseaban con ikurriñas en la mano. Acudirán a la llegada del sábado y recibieron a los ciclistas en su presentación. En cambio, no estarán presentes en las siguientes etapas. No tienen un ciclista favorito. Están a favor del espectáculo, reconocen que para alcanzar este nivel hay que estar preparado física y mentalmente.

“Es una experiencia que recordaremos durante muchos años”

“Es una experiencia que recordaremos durante muchos años” José Mari Martínez

Multitud de turistas daneses han llegado estos días a Bizkaia para apoyar a uno de los claros favoritos para coronarse en la vuelta ciclista más prestigiosa del mundo: Vingegaard. Recién llegados a Bilbao para presenciar el debut del líder del Jumbo. “Venimos a pasárnoslo bien y disfrutar de una experiencia que recordaremos durante muchos años”, destacaron eufóricos.

“Nos queremos contagiar del gran ambiente existente”

“Nos queremos contagiar del gran ambiente existente” José Mari Martínez

Los cortes de tráfico no cambiaron la ruta a seguir de la familia, desplazarse 15 kilómetros para acudir a la presentación de los equipos. Pogacar es quien les gustaría que se llevase el Tour de Francia, aunque destacaron el buen hacer de Omar Fraile. “Venimos para ver a los ciclistas, aunque también nos queremos contagiar del gran ambiente que hay aquí”, comentaron.