Mathieu Van der Poel, uno de los grandes protagonistas del Tour de Francia, dice encontrarse “muy bien, totalmente distinto al del año pasado”, cuando acudió a la carrera francesa tras unos entrenamientos en los que “sentía que el cuerpo no respondía”. “Este año me siento muy bien y espero protagonizar un buen Tour”, sentencia el neerlandés del Alpecin.

Van der Poel es uno de los corredores citado en los pronósticos de cara a la victoria de etapa en el comienzo del Tour en Bilbao, si bien considera que es un comienzo de carrera “muy difícil”. “Ojalá pudiera repetir el resultado de Gran Bretaña de hace dos años, pero Euskadi es más difícil que entonces. Lo vamos a intentar, lo daremos todo, pero va a ser difícil seguir a los escaladores y a los corredores más explosivos”, reflexionó. Asimismo, concretó después de completar un entrenamiento de reconocimiento de la jornada que abrirá la Grande Boucle que “es una etapa muy dura”. Está casi en el límite para mí. El desenlace dependerá de la situación de carrera, pero en los últimos kilómetros hay una subida muy pronunciada y los últimos 500 metros también son muy difíciles. Va a ser una etapa muy difícil”, concluyó Van der Poel. En este sentido, su compañero de equipo, Jasper Philipsen, advirtió de que “el ciclismo siempre entraña riesgos”, en relación al recientemente fallecido Gino Mäder, pero comentó que “las carreteras de Euskadi están muy bien asfaltadas”, lo cual es “un buen punto de partida” para ganar seguridad.

Además, Van der Poel destacó la figura de Tadej Pogacar como candidato la victoria. “Ha estado entrenando duro y entiendo que está en un estado de forma fantástico. No tiene presión y eso le hace más peligroso”, alertó el clasicómano neerlandés, que ansía dar guerra.