El testimonio de un testigo podría ser clave en la investigación del asesinato en Solokoetxe
Un contenedor de aceite reciclado atrae los esfuerzos de la Ertzaintza
El trágico suceso que ha despertado este domingo al vecindario de la calle Fika, del barrio bilbaino de Solokoetxe, ha dejado muchas dudas sobre cómo se han desarrollado los hechos.
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Desde que han acudido a primera hora patrullas tanto de la Ertzaintza como de la Policía Municipal de Bilbao, se ha acordonado la zona y no se ha permitido el acceso a viandantes –únicamente vecinas y vecinos– para que la Policía Científica, desplazada a la zona, haya podido realizar un control exhaustivo del perímetro en busca de pruebas esclarecedoras que permitan dar una respuesta a los hechos acontecidos.
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En un primer momento, el principal foco de la búsqueda de información y de pruebas clarividentes ha estado centrado en los restos de sangre que hay tanto en medio de la carretera como en la acera próxima al portal número 33.
Concretamente, la Policía Científica ha encontrado restos de sangre, entre otros sitios, en un aparcamiento de motos y los vehículos estacionados a continuación. “Hay que recoger ya que va a empezar a llover”, ha señalado a sus compañeros una miembro de la Policía Científica en el momento en el que estaba terminando de fotografiar los restos citados.
Sin embargo, el testimonio de un testigo de los hechos, que ha asegurado haber visto cómo una persona ha arrojado el que podría ser el arma homicida en uno de los contenedores, ubicado en los aledaños del centro de salud Julián de Ajuriaguerra, concretamente el de aceite, ha centralizado la investigación.
Un punto en el que el foco ya ha estado puesto desde antes de que se haya acortado el perímetro establecido para la investigación, ya que la Policía Científica ha estado recogiendo restos, aparentemente huellas, que han encontrado en el contenedor.
Posteriormente, y con la colaboración de los servicios de Limpieza del Ayuntamiento de Bilbao, la Policía de la Científica de la Ertzaintza ha estado más de una hora rebuscando en los contenedores en busca del que podría ser el arma del crimen. “Vuélcalo y que caiga todo”, ha comentado uno de los operarios a sus compañeros, haciendo referencia al contenedor amarillo. Una acción que ha llamado la atención a las y los vecinos que han transitado por la zona en la mañana de este domingo.