La ciudad autónoma de Melilla sigue por tercer día consecutivo con una caída informática total, que impide trabajar a los empleados públicos y que se hagan trámites administrativos, por un posible ciberataque que ha sido denunciado ante la Policía.

Fuentes del Gobierno de Melilla han destacado a EFE la complejidad de esta incidencia, en la que los técnicos llevan trabajando desde el domingo con el apoyo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), con el que la ciudad tiene un convenio de colaboración en materia de ciberseguridad.

No se conoce el origen de la incidencia

Se prevé que los trabajos se puedan prolongar hasta el viernes, según las mismas fuentes, que precisan que aún no hay nada confirmado sobre el origen de la incidencia, aunque desde un primer momento ya se apuntó la posibilidad de que fuera un ciberataque, como ya confirmó este lunes el presidente de Melilla, Juan José Imbroda.

La caída del sistema informático de la ciudad ha afectado a prácticamente todos sus puestos de trabajo, salvo en los tres organismos públicos que dependen de esta administración, que son la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Melilla (Emvismesa), la sociedad de desarrollo económico Promesa e Inmusa, de la que depende la televisión local.

También está inoperativa la web municipal, lo que impide a la población hacer sus trámites por Internet.

El vicepresidente primero de la ciudad autónoma y consejero de Economía, Comercio, Innovación Tecnológica, Turismo y de Fomento, Miguel Marín, ha admitido, a preguntas de los periodistas, que lo ocurrido está ralentizando los expedientes administrativos que hay en marcha.

De hecho, el Gobierno de Melilla está recurriendo al sistema tradicional de firma manual en los expedientes más urgentes para que puedan seguir su curso.

El número dos del Ejecutivo local ha confiado en que el sistema informático se restablezca lo antes posible, pero aún no hay fecha cierta, ya que los técnicos siguen trabajando y llevando a cabo todos los procesos correspondientes en este tipo de situaciones. Sobre la posibilidad de que sea un ciberataque, el vicepresidente melillense ha optado por la cautela y esperar a que termine el análisis.