Un padre y su hijo de 5 años han pasado un mal rato este domingo que afortunadamente ha tenido final feliz gracias a la intervención de la unidad de vigilancia y rescate de la Ertzaintza.
Durante su descenso de la cima del Gorbea, en torno a las cuatro de la tarde, se han desorientado por la niebla y han decidido esperar en uno de los refugios de la zona, hasta donde ha llegado el guarda forestal en un primer momento y los efectivos de la Ertzaintza posteriormente para ayudarles a completar la bajada.