Los trabajos de desescombro están siendo particularmente complejos en Lemoa. El motivo no es otro que la presencia de amianto. La empresa encargada de esta tarea, Dexber Demoliciones, se enfrenta a una ardua tarea.
“Llevamos muchas horas aquí, donde estaremos todo el día intentando sacar todo el material posible”, afirmó Koldo Atutxa, uno de los operarios de la empresa. El aire, además, está muy viciado. Los restos del pabellón incendiado continuaban ayer jueves emitiendo humo y el fuego aún no se había extinguido del todo. “En estos momentos todavía hay algún foco activo. Los bomberos han estado trabajando con cámaras térmicas intentando detectar las zonas en las que se encuentran”, dijo Hegoa Ozaeta a media mañana. También explicó que surge como consecuencia del regado de la zona. “Son vapores que se generan al estar vertiendo agua sobre los restos”. Su color blanquecino indica que, pese a ser molesto, no es particularmente nocivo. “Si a lo largo de la jornada va cambiando de color tendremos un problema” añadió. Los operarios de la empresa especializada priorizaron ayer jueves dos cosas; el desamiantado de la zona y el desescombro de los materiales. “Si retiramos los materiales los bomberos podrán atajar esos focos y trabajar en buenas condiciones”, expresó la operaria. Por su frente caían varias gotas de sudor ya que la temperatura del lugar era muy elevada. También reconoció sentirse “muy apenada” por las diez personas afectadas. “Ningún libro te enseña cómo gestionar algo así”, dijo Ozaeta, que tuvo que hablar con las personas afectadas.
Desesperados, se le acercaron dos personas pidiéndole que salvaran alguna de sus pertenencias. Por otro lado, los vecinos y trabajadores que han sido desalojados continúan a la espera, sin poder regresar a sus hogares ni a sus puestos de trabajo en un pabellón aledaño al siniestrado. Todo dependerá de la dirección del viento, pero parece que podrán regresar a sus hogares próximamente aunque tomando ciertas precauciones.
Respecto a los restos que han caído al río Ibaizabal, aún no se sabe nada. “Estamos a la espera de lo que nos indiquen los técnicos la Agencia Vasca del Agua”, especificó Koldo Atutxa.
dificultades añadidas
UNA LABOR COORDINADA
Amianto. Este componente del fibrocemento, un material de construcción que se comercializó en el Estado bajo el nombre de Uralita, puede permanecer el suficiente tiempo en el aire para ser peligoroso para la salud. Por ello, el acceso al recinto estaba ayer restringuido a los vecinos y vecinas de la localidad.
Trabajo en equipo. Para que los bomberos atajen el foco del incendio cuanto antes, primero se deben retiran los materiales tras lo que subyacen. Por ello, es importante que la empresa de demolición y el cuerpo de matafuegos trabajen de manera coordinada. Junto a ellos también están los agentes de la Ertzaintza.
