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Lo estás tomando mal: errores al tomar ibuprofeno que repites siempre que lo tomas

El ibuprofeno es uno de los medicamentos más comunes de cualquier casa

Lo estás tomando mal: errores al tomar ibuprofeno que repites siempre que lo tomasFreepik

El ibuprofeno es uno de los medicamentos más presentes en los botiquines domésticos. Mucha gente lo tiene siempre a mano para el dolor de cabeza, la regla, la fiebre o para las molestias musculares. Esa confianza hace que se vea como un fármaco casi inofensivo y que se utilice muchas veces sin pensar demasiado. Ante esto, los profesionales sanitarios recuerdan que se trata de un antiinflamatorio con efectos secundarios y que su uso puede provocar problemas de salud evitables.

El ibuprofeno es eficaz para el dolor leve o moderado y para cuadros inflamatorios concretos, siempre que se utilice a las dosis correctas, durante el tiempo adecuado y teniendo en cuenta las contraindicaciones. El problema aparece cuando se convierte en una respuesta automática que tomamos ante cualquier malestar.

Tomar ibuprofeno para cualquier dolor

Uno de los errores más habituales es usar ibuprofeno como solución para cualquier tipo de dolor, aunque no siempre sea el medicamento más indicado. Hay molestias que podrían tratarse con otros analgésicos más sencillos o con medidas físicas como reposo, aplicar frío o calor local o hacer estiramientos suaves. Además, si el dolor se repite en el tiempo, taparlo con pastillas puede ocultar un problema de fondo que necesita ser valorado por un médico.

Pastillas

Tomarlo en ayunas

Otro fallo frecuente es tomar ibuprofeno con el estómago vacío o sin acompañarlo de algo de comida. Este fármaco forma parte del grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), que pueden irritar la mucosa gástrica. Con el tiempo, pueden aparecer ardores, molestias digestivas, gastritis o, en personas de riesgo, incluso úlceras.

Para reducir estos problemas es importante no tomar ibuprofeno en ayunas, respetar las dosis diarias máximas y no alargar el tratamiento sin supervisión. En personas con antecedentes de problemas digestivos, el uso debe estar siempre controlado por un profesional sanitario, que valorará si es necesario proteger el estómago o buscar alternativas más suaves.

Mezclar ibuprofeno con alcohol u otros medicamentos

La combinación de ibuprofeno con alcohol es otro hábito que pasa desapercibido. Hay quien lo toma para sobrellevar una resaca o un dolor de cabeza tras una noche de fiesta. Esta mezcla puede aumentar la irritación del estómago y sumar riesgos para el hígado y el riñón a largo plazo. También es fácil caer en el error de mezclar ibuprofeno con otros antiinflamatorios, o con medicación para la tensión arterial, el corazón o el riñón, sin informar al médico. Estas combinaciones pueden elevar la probabilidad de efectos adversos, alterar la función renal o reducir la eficacia de algunos tratamientos.

Alargar el tratamiento o subir la dosis

El ibuprofeno está pensado para tratamientos cortos, salvo indicación específica del médico. Un error común es alargar los días de uso más allá de lo recomendado o aumentar la dosis cuando el dolor no mejora, sin pedir consejo sanitario. Si el dolor o la fiebre no ceden en pocos días o empeoran, lo adecuado no es tomar más ibuprofeno, sino consultar con un profesional para revisar el diagnóstico.