Adiós a la hinchazón: buenos hábitos para conseguir un vientre plano
Lograr un abdomen liso depende de muchos factores, pero la dieta, el ejercicio y algunos hábitos diarios pueden ayudar a lograr eliminar la hinchazón, según los expertos en nutrición
Elegir un estilo de vida saludable, controlar el estrés y cuidar la alimentación son clave para disfrutar de una buena salud. Más en concreto, para bajar la hinchazón del vientre hay una serie de hábitos que pueden influir y ayudar a lograr ese deseado abdomen plano:
Comer alimentos crudos y ricos en fibras
Los alimentos ricos en fibras ayudan a mejorar el funcionamiento del intestino y la digestión, previniendo el estreñimiento. Además, aumentan la sensación de saciedad, por lo que favorecen la pérdida de peso. También ayudan a mantener la flora bacteriana saludable. Algunos ejemplos de alimentos con alto contenido en fibras en su composición son: avena, pan integral, zanahoria cruda, manzana, linaza, lechuga, lentejas, pepino, semillas de chía, champiñones, pera, fresas, frambuesas, arándanos, entre otros.
Reducir el tamaño de las raciones
Es fundamental. Y es un hábito que puede marcar una gran diferencia a la hora de conseguir una tripa más plana. Así ahorrarás muchas calorías por ingesta, lo que equivale a una pérdida de peso más rápida y esto incluye los kilos de la zona abdominal. Además, según los nutricionistas, hay que frenar cuando ya estamos satisfechos, puesto que la tendencia es comer todo lo que nos ponen en el plato.
Beber más agua
A priori, la sed es la que debe identificarnos cuánto beber, pero si tu estómago suele hincharse, prueba a tomar algo más de agua. Beber mucha agua ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en el organismo y a hidratar el intestino, regularizando la función del mismo. Se recomienda la ingesta entre 2 a 2,5 litros de agua al día, debiendo tomarse preferiblemente entre las comidas. Aquellas personas que no están acostumbradas a tomar agua, podrían saborizarla agregándole una rodaja de limón o de pepino, por ejemplo, esto permitiría aumentar su consumo con facilidad.
Limitar la sal
Porque hace retener más líquidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no superar los 5 gramos al día (algo menos de una cucharadita). Así que evita el salero y condimenta con especias. Hay que fijarse también en las etiquetas de los alimentos y escoger bien siempre los que llevan menos sal de cada categoría.
Evitar el consumo de dulces
Se debe dar preferencia a la ingesta de frutas cítricas y ricas en fibras, ya que tienen un sabor ligeramente dulce y ayudan a reducir las ganas de comer otro tipo de alimentos que contengan azúcar en su composición; siendo de mucha importancia, evitar el consumo de postres, pasteles, tartas o chocolates, por ejemplo.
Optar por tentempiés sanos y saciantes
Otra de las claves para lograr un vientre plano es olvidarse de tentempiés con azúcar y sustituirlos por refrigerios más sanos y en porciones controladas. Los snacks poco saludables además pueden dejarte con hambre y antojos de comida rápida. Opta por un tentempié con proteínas y fibra como unas nueces o dados de fruta fresca. La clave es elegir alimentos ricos en nutrientes y combinaciones de proteínas y fibra para evitar los productos procesados que suelen tener consecuencias a la hora de acumularse en forma de grasa en el abdomen.
¿En qué se diferencian los probióticos y los prebióticos?
Cuidar la microbiota
Mantener sana la microbiota intestinal (los millones de microoganismos que habitan en el tracto grastrointestinal) se relaciona con la disminución de gases y de la hinchazón que se deriva de ellos. Los probióticos (yogures y otros fermentados como el kéfir) aportan bacterias beneficiosas a esa microbiota, mientras que los prebióticos (en frutas y verduras, encurtidos como los pepinillos en vinagre, la avena…) las alimentan.
Comer lentamente y masticar bien los alimentos
Comer lentamente, en un ambiente en calma y masticar bien los alimentos, permite que las señales de saciedad lleguen al cerebro, indicando que el estómago está lleno. Adquirir este hábito evita ingerir alimentos en exceso, favoreciendo la pérdida de peso.
Hacer ejercicio
El ejercicio es una de las claves para eliminar la grasa localizada en tu vientre y fortalecer los músculos abdominales. Es importante hacer, por lo menos, 30 minutos de ejercicio aeróbico por rutina, cinco veces a la semana. Esto ayudará a quemar grasas con más facilidad. Además, puedes hacer abdominales, sentadillas o contorno de cintura, entre otros ejercicios localizados. Si quieres realizar ejercicios más efectivos para bajar la zona del vientre, prueba con versiones más intensas de cardio, como ejercicio HIIT o saltar la cuerda.
Masajear el abdomen
Un masaje circular en el sentido de las agujas del reloj ayuda a agilizar el tránsito intestinal. Si buscas un efecto tonificante, complementa este masaje con el uso de un cubito de hielo. Y también puedes tener en cuenta algunas hierbas aromáticas que te ayudan a deshinchar. ¿Cuáles? Orégano, anís, salvia, hinojo, menta y estragón.