El 83% por ciento de los jóvenes de entre 18 y 34 años usa dispositivos electrónicos con pantalla en la cama antes de dormir. Un dato que refleja la importancia que le dan las personas comprendidas entre estas franjas de edad a los dispositivos móviles.

Y lo hacen con un tiempo de uso de 48,6 minutos, aunque el 33,5% afirma que los utiliza más de una hora, y, el 83,5 % presenta algún síntoma de insomnio nocturno, que podría estar influido por el uso de luz artificial antes de dormir ya que esto altera la calidad del sueño.

Así lo ha revelado el estudio '¿Cómo duermen los jóvenes? Hábitos y prevalencia de trastornos del sueño en España', realizado con una muestra de 3.400 jóvenes de entre 18 y 34 años por la Fundación MAPFRE, la Sociedad Española de Neurología (SEN) y la Sociedad Española del Sueño (SES).

Solo el 24% de los jóvenes duerme bien y lo suficiente

El uso de dispositivos electrónicos antes de dormir termina viéndose reflejado en la calidad del sueño de los usuarios. Solo el 24% de los encuestados reconoce dormir bien y lo suficiente. El 61% resta horas de sueño para ocio por falta de tiempo durante el día, por lo que el 33% afirma que duerme menos de siete horas.

"La luz artificial tiene un impacto totalmente negativo en el sueño ya que inhibe la secreción propia de melatonina, que es la hormona que necesitamos para conciliar el sueño y esto va a propiciar más dificultades para dormir y un sueño de menor calidad", ha explicado la investigadora principal y neuróloga del Hospital Universitario Parc Taulí de Sabadell, la doctora Marta Rubio.

"La luz artificial inhibe la secreción propia de melatonina, la hormona que necesitamos para conciliar el sueño"

Lo que se traduce en que un 46% de los de los jóvenes tiene dificultad para conciliar el sueño, un 47% por ciento se despierta más temprano de lo deseado, un 36% se despierta por la noche y tiene problemas para volver a conciliar el sueño, y únicamente el 16,5 % ciento afirma dormir bien.

La salud mental, uno de los principales causantes del insomnio

La salud mental es uno de las principales causas que se esconde tras el insomnio. Uno de cada tres encuestados afirma tener un problema de salud mental diagnosticado. Así, el 19% atribuye los problemas de insomnio a trastornos de salud mental.

La ansiedad y la depresión son las enfermedades más comunes en este grupo de edad, con un 21 y 11% respectivamente. De manera que los problemas de salud mental y los trastornos del sueño diagnosticados se posicionan a la cabeza de las principales causas a las que se atribuyen los síntomas de insomnio.

Estos son algunos de los síntomas que pueden aparece como consecuencia de dormir mal o menos de lo necesario:

  • Cansancio o fatiga.
  • Dolor de cabeza.
  • Mal humor o irritabilidad.
  • Problemas de atención, concentración o memoria.
  • Somnolencia diurna.
  • Falta de motivación o iniciativa.
  • Preocupación o insatisfacción con el sueño.
  • Dificultades de rendimiento académico o laboral
  • Complicaciones en la conducta, como hiperactividad o impulsividad.

El 62% de los jóvenes consume estimulantes o remedios para conciliar el sueño

Teniendo en cuenta que el 46% de los jóvenes tiene dificultades para conciliar el sueño, no está demás dedicar especial atención a este porcentaje de la población.

Según la propia encuesta, el 62% afirma consumir café, el 35% té, el 46% refrescos de cola con cafeína y el 25% consumen bebidas energéticas con cafeína. Además, el 39% de los encuestados afirma que consume alcohol al menos una vez al mes y un 10% de este grupo admite que la razón de consumir alcohol por la noche es para conciliar el sueño.

Por otro lado, el cannabis es consumido por un 8% de los jóvenes y, de estos, el 63% refiere que lo consumen por la noche como ayuda a dormir, ascendiendo al 73 % en la franja de entre 30 y 34 años. Además, un 15% de los jóvenes afirma consumir remedios sin receta, tales como melatonina o preparados de hierbas, como ayuda para dormir, habitualmente de forma ocasional.