Un accidente realizando una actividad deportiva, una caída, niños jugando… Los traumatismos dentales se originan cuando los dientes reciben un golpe y tienen como resultado una lesión en la cavidad oral. Estas lesiones pueden ir desde una pequeña rotura del esmalte, la fractura de la pieza dental, el desplazamiento de los dientes en boca y hasta la avulsión del diente, esto es, la salida completa del diente fuera de la boca.
Los traumatismos dentales son una de las urgencias más comunes en la consulta dental y exigen una actuación rápida, pero ¿sabemos cómo actuar en estos casos?
Es muy importante contactar rápidamente con el dentista para realizar la intervención necesaria en el menor tiempo posible, ya que algunos de estos tratamientos son sensibles al tiempo de actuación.
En caso de encontrarnos ante un golpe que nos ha provocado una fractura dental (rotura de un trozo de diente), siempre que se pueda hay que intentar encontrar y conservar el fragmento fracturado. El dentista decidirá si se puede utilizar ese fragmento para la reconstrucción del diente o si hay que desecharlo. Si no encontramos el fragmento, no es grave, ya que el dentista cuenta con diferentes opciones para la reconstrucción del diente y nos informará sobre las posibilidades de tratamiento.
Sin embargo, si hemos sufrido una avulsión dental (la salida completa del diente fuera de la boca) de un diente definitivo, es muy importante encontrar el diente para poder reimplantarlo en su sitio. A la hora de recuperarlo, hay que sujetarlo siempre por la parte de la corona, nunca por la raíz. El siguiente paso será limpiarlo con agua, jamás frotarlo ni usar jabones.
Una vez tengamos el diente limpio tenemos varias opciones para conservarlo hidratado hasta llegar a la consulta dental: podemos recolocarlo en su sitio (el espacio libre que ha quedado en boca) y morder una servilleta o pañuelo para que no se mueva hasta llegar a la clínica dental, podemos introducir el diente en un recipiente con suero o leche, o, en caso de no disponer de ellos, se puede transportar el diente en la boca, colocándolo entre la mejilla y las muelas.
La rápida actuación es vital en estos casos, siendo muy importante acudir a la clínica dental para la reimplantación del diente en la boca en menos de una hora desde que se produjo la avulsión, ya que, pasada esa hora, las posibilidades de éxito del reimplante disminuyen drásticamente.
Si el diente avulsionado es un diente temporal (de leche), no puede ser reimplantado. Está absolutamente contraindicado recolocar el diente temporal en el espacio que ha dejado, ya que existe un riesgo muy alto de dañar el diente permanente que se encuentra formándose dentro del hueso. En este caso, la recomendación es acudir a la clínica dental lo antes posible para que el dentista pueda valorar el caso y así poder realizar el tratamiento que considere mejor para el paciente.
Cuando el traumatismo ha generado un desplazamiento de los dientes en la boca, la recomendación es acudir a la consulta dental lo antes posible para su reposicionamiento y ferulización en caso de que sea posible, y evaluar de manera individualizada los posibles tratamientos a seguir.
Importante prevenir
El pronóstico de los traumatismos dentales es incierto, ya que no existe un patrón predecible de la evolución del tratamiento, dado que cada traumatismo es único por cómo se ha producido, la intensidad del golpe, factores individuales del paciente… Algunas veces incluso puede darse de manera combinada más de un tipo de lesión de las mencionadas como consecuencia del traumatismo.
Por esto es importante, en la medida de lo posible, prevenir. Por ejemplo, en el caso de realizar deportes de contacto se recomienda el uso de protectores bucales, sobre los cuales puede consultar a su dentista.
Como en un gran número de ocasiones los traumatismos no se pueden evitar, es importante tener claros los protocolos de actuación, para poder mejorar el pronóstico del tratamiento y no dudar en acudir a la clínica dental para solucionar las secuelas.
