Una combinación de siete hábitos de estilo de vida saludables que incluyen desde dormir entre siete y nueve horas diarias, hacer ejercicio regularmente y tener un contacto social frecuente se asocian a un menor riesgo de demencia en personas con diabetes tipo 2, según un estudio publicado en la revista médica de la Academia Americana de Neurología.

“La diabetes tipo 2 es una epidemia mundial que afecta a uno de cada 10 adultos, y se sabe que tener diabetes aumenta el riesgo de que una persona desarrolle demencia”, según recuerda el autor del estudio, el doctor Yingli Lu, de la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shangai, en China. 

Para llevar a cabo la investigación, sus responsables estudiaron una amplia combinación de hábitos de vida saludables con el fin de contrarrestar el riesgo de demencia y descubrieron que las personas con diabetes que incorporaban siete hábitos de vida saludables a sus vidas tenían un menor riesgo de demencia que las personas con diabetes que no llevaban una vida saludable.

Los hábitos incluían no fumar, un consumo moderado de alcohol de hasta una bebida al día en el caso de las mujeres y de hasta dos al día en el caso de los hombres, una actividad física semanal regular de al menos 2,5 horas de ejercicio moderado o 75 minutos de ejercicio intenso, y de siete a nueve horas de sueño diarias. Otro factor era una dieta saludable que incluyera más frutas, verduras, cereales integrales y pescado y menos cereales refinados y carnes procesadas y no procesadas. 

Los últimos hábitos eran ser menos sedentario, lo que se definió como ver la televisión menos de cuatro horas al día, y el contacto social frecuente, que se estableció como vivir con otras personas, reunirse con amigos o familiares al menos una vez al mes y participar en actividades sociales al menos una vez a la semana o más a menudo.

Los investigadores siguieron a los participantes durante una media de 12 años. Durante ese tiempo, 4.351 personas desarrollaron demencia. El 4% de las personas sólo siguió entre cero y dos de los hábitos, el 11% siguió tres, el 22% siguió cuatro, el 30% siguió cinco, el 24% siguió seis y el 9% siguió los siete.

Las conclusiones fueron que las personas con diabetes que seguían dos o menos de los siete hábitos saludables tenían cuatro veces más probabilidades de desarrollar demencia que las personas sin diabetes que seguían los siete hábitos saludables. Por su parte, quienes siguieron todos los hábitos tenían un 74% más de probabilidades de desarrollar demencia que las personas sin diabetes que seguían todos los hábitos. 

Tras ajustar por factores como la edad, la educación y el origen étnico, las personas que seguían todos los hábitos tenían un riesgo de demencia un 54% menor que las que seguían dos o menos. Se pudo comprobar también que cada hábito saludable adicional que seguían las personas se asociaba con un 11% menos de riesgo de demencia.

Por otro lado, se dejo ver también que la asociación entre la puntuación del estilo de vida saludable y el riesgo de demencia no se vio afectada por los medicamentos que tomaban las personas o por lo bien que controlaban su nivel de azúcar en sangre.

Tras estos resultados, el responsable del estudio ha hecho públicas sus valoraciones y ha recomendado que “los médicos y otros profesionales de la medicina que tratan a personas con diabetes deberían considerar la posibilidad de recomendar a sus pacientes cambios en su estilo de vida. Tales cambios no sólo pueden mejorar la salud en general, sino que también contribuyen a prevenir o retrasar la aparición de la demencia en las personas con diabetes”, ha afirmado.