Hay quienes pese a tener una dieta lo más sana y equilibrada posible, hacer ejercicio y evitar a toda costa el sedentarismo y los alimentos ultraprocesados, suben de peso. No es cuestión de eximirse de responsabilidad, pero si cuidas tu dieta y la báscula no para de darte disgustos, quizá puedas echarle la culpa a tu metabolismo.

El metabolismo es el proceso mediante el cual nuestro cuerpo quema energía para poder llevar a cabo funciones corporales básicas como el ritmo cardíaco, la función cerebral y la respiración. Es decir, sería lo que el cuerpo consume solo por estar vivo, ya sea cuando estamos dormidos o al permanecer sentados con actitud contemplativa.

Las personas que tienen un metabolismo rápido consumen rápidamente la energía que consiguen de los alimentos que consumen, por lo que apenas tienden a acumularla como grasa. Sin embargo, las que tienen un metabolismo más lento, tienden a quemar pocas calorías y a acumular grasa, ya que el gasto energético que hacen es menor.

Una mujer subida a una báscula muestra en una mano una ensalada y en otra una hamburguesa. Freepik

Cómo saber cómo es mi metabolismo

1. Has engordado inexplicablemente. La primera señal que indica que tu metabolismo está ralentizado es que has cogido unos kilos no deseados y además no merecidos. Si cuidas tu alimentación y haces ejercicio con frecuencia, y aún así engordas, puede ser culpa de tu metabolismo. Normalmente, estos síntomas en personas que comen bien y se mueven se asocia con el hipotiroidismo, que ralentiza la tasa metabólica basal debido a la falta de hormonas tiroideas.

2. Te sientes cansado. Sentirte continuamente cansado es otro de los posibles síntomas del metabolismo lento. El cuerpo, al no quemar la energía de forma correcta y al ritmo que debería, hace que te sientas fatigado con más frecuencia. Además de los problemas de peso, la fatiga es el signo más común.

3. Te cuesta perder peso. El metabolismo lento puede hacer que te sea casi misión imposible perder peso, incluso si has estado haciendo régimen y ejercicio de manera extremadamente diligente.

4. Dolor de cabeza. El metabolismo lento también afecta a tus hormonas y con ellas aparecen los dolores de cabeza, muchas veces en forma de migraña o punzada continuada. Una tiroides poca activa suele estar detrás de este problema.

5. Falta de apetito sexual. Si no sientes el deseo sexual que sentías antes puede deberse a unos niveles bajos de hormona tiroidea, que pueden significar bajos niveles de hormonas sexuales como la testosterona, lo que puede afectar a tu ánimo a la hora de enfrentarte a encuentros íntimos con otras personas.

6. Bajo estado de ánimo. Dado que el hipotiroidismo ralentiza los procesos en tu cuerpo, no es de sorprender que tu estado de ánimo también decaiga. Si te sientes triste, incluso deprimido, sin que haya una causa externa que determine esa sensación, el metabolismo lento puede ser el culpable.

7. Sueles tener frío. El termómetro corporal se descontrola y sientes frío todo el rato. Esto es un síntoma de hipotiroidismo, que también ralentiza tu metabolismo. Si te sientes helado a menudo, es probable que tu tiroides no sea tan activa como debiera, y tampoco lo es tu metabolismo.

8. Cambios en tu piel y en tu cuerpo. Piel seca, uñas quebradizas... Cuando tu metabolismo es lento, tus células no son tan activas como deberían, lo que significa que no están recibiendo el suministro de sangre adecuado. Asimismo también puedes notar cambios en tus uñas debido a la falta de nutrientes que absorbe tu cuerpo.

9. Se te cae el pelo. Los mismos procesos que afectan su piel y uñas también afectan su cabello. Un metabolismo lento puede afectar la capacidad de tu cabello para crecer y regenerarse y una falta de micronutrientes a partir de una tasa metabólica lenta puede provocar la caída del cabello.