El punto de partida es Portugalete, donde se levanta el Puente Colgante, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2006. Este puente transbordador de hierro conecta las dos orillas de la ría y sigue en uso más de un siglo después de su inauguración en 1893. National Geographic lo describe como “el puente transbordador que ofrece una de las panorámicas más singulares de la desembocadura del Nervión”.
Al otro lado espera Getxo, con playas como Ereaga y Arrigunaga y un largo paseo marítimo. Allí se levantan palacetes construidos entre finales del XIX y principios del XX por familias de la industria y la banca. Su estructura recuerda a la Belle Époque europea y son fruto del auge económico local ligado a la industrialización de la villa. La revista subraya que “sus mansiones y su paseo marítimo representan la elegancia en la costa vizcaina”.
La ruta sigue por la costa
La ruta avanza hacia Plentzia, un antiguo puerto pesquero convertido en villa, para muchos, de veraneo. Su playa se abre en una bahía cerrada por la ría y National Geographic apunta que “su playa y su bahía ofrecen un respiro familiar y tranquilo a pocos kilómetros de Bilbao”.
Después llega Gorliz, que comparte bahía con Plentzia. Su playa de más de dos kilómetros y el faro de Gorliz "el más septentrional del Estado" son sus grandes referencias.
El siguiente destino es Bakio, conocido por su amplia playa y por el cultivo de txakoli en las laderas próximas al mar. La revista señala que “Bakio es un alto obligado antes de adentrarse en uno de los paisajes más icónicos de la costa vasca”.
Una continuación icónica
Entre Bakio Y Bermeo aparece San Juan de Gaztelugatxe, con su ermita en lo alto de un islote al que se accede por un puente de piedra con 241 escalones. National Geographic lo define como “uno de los enclaves más mágicos y fotografiados del País Vasco”. Dicha ermita, ya conocida por el público local, se dió a conocer alrededor del mundo tras aparecer en la serie "Juego de Tronos" representada como "Rocadragón" o "Dragonstone", guarida de una de las familias más representativas de la serie.
La carretera entra después en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, declarada por la UNESCO en 1984. Es el principal humedal del País Vasco y un área de gran valor ecológico. La revista resalta que “se trata del humedal más importante del País Vasco, refugio de aves y tesoro natural de primer orden”.
Dentro de este espacio se encuentran Mundaka, conocida mundialmente por su ola izquierda, y Bermeo, uno de los grandes puertos pesqueros del Cantábrico. La publicación añade que Bermeo es “una villa que conserva con orgullo su identidad marinera”.
Lekeitio, final de la ruta
El viaje por carretera concluye en Lekeitio, en la costa oriental de Bizkaia. La villa combina un puerto activo con playas como Isuntza y Karraspio. Frente a ellas se encuentra la isla de San Nicolás, a la que se puede acceder a pie en marea baja. Para National Geographic, “su puerto, su playa y la isla forman una estampa inolvidable”.
Muy cerca está Ondarroa, otra localidad marinera con un puerto de larga tradición pesquera y un casco urbano donde se mezclan casas de piedra, estrechas calles medievales y arquitectura contemporánea. Su puente diseñado por Santiago Calatrava es hoy uno de sus símbolos y "un ejemplo de cómo el municipio ha sabido combinar su pasado pesquero con infraestructuras modernas".
Una fotografía de Bizkaia
La ruta recomendada por National Geographic condensa lo más característico de la costa vizcaína. Pasa por carreteras que permiten admirar patrimonio industrial, paseos marítimos con historia, playas abiertas al Cantábrico, tradición pesquera y entornos naturales de valor internacional como Urdaibai.
National Geographic la incluye entre las rutas más bonitas del País Vasco porque permite recorrer en unas horas una diversidad difícil de encontrar.