No es casualidad que la localidad segoviana de Maderuelo, fronteriza con Soria y Burgos, esté catalogada como uno de los pueblos más bonitos del Estado y pertenezca a la asociación homónima. Y es que es una villa fortificada de herencia medieval que destaca por su gran patrimonio y sus propuestas naturales y senderistas.

Perteneciente a Castilla y León y con una población que ronda el centenar de vecinos, Maderuelo, situado al norte de Segovia, no deja indiferente al visitante que se adentre por su casco urbano medieval y declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico.

Atravesado por el río Riaza, se sitúa en lo alto de una colina y lo rodea un embalse, también llamado pantano de Linares, que en su interior guarda un antiguo puente que fue tapado por el agua al construirse el embalse. Maderuelo destaca por su imponente patrimonio arquitectónico, empezando por una iglesia medieval con momia incluida.

Las imágenes de su puente, puertas, iglesia y monumentos muestran la belleza de la villa. Turismo del Ayuntamiento y Diputación de Segovia

La iglesia de Santa Mª del Castillo destaca por su tamaño y por la diversidad de estilos que conserva, siendo el único templo segoviano con restos de estilo califal. Reconstruida parcialmente tras el incendio del XVI, en ella se aprecian numerosas remodelaciones y materiales procedentes de 13 iglesias y conventos.

Se sitúa en una plaza con dos accesos por el oeste y dos por el este, que cruzan bajo sendos arcos que se adosan a la gran espadaña, testigo centenario de juegos de pelota mano. También destacan su torreón, vestigio más relevante del castillo que protegía el acceso norte y antigua residencia señorial, y Alcarcer, mirador situado bajo el atrio porticado de la iglesia.

Y conviene adentrarse en la villa por sus dos puertas defensivas: la de la Villa, su entrada principal y abovedada, que conserva los cerrojos, la poterna y unas gruesas puertas de madera acorazada, con adornos y policromía blindaje del siglo XV; y la del Barrio, enmarcada entre dos sólidos arcos de medio punto, a los que se adosa una casa que fue un antiguo torreón.

Planes, alojamiento y comida

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La villa rebosa naturaleza y se presta a recorrer diversas rutas, entre los vuelos de los buitres, como las de La Rivilla, la del Arroyo y Mariparda, o un paseo por la vega o las sendas del parque natural Hoces del Río Riaza, para descubrir sus múltiples ecosistemas.

Para alojarse cuenta con el Hotel Boutique Spa Capítulo XIII, y para comer el lechazo típico de la zona, los restaurantes Mirador de los Templarios y Posada del Medievo, y el bar Veracruz, cercano al Ayuntamiento.