EL Valle del Errobi es el punto de unión entre la costa vasca y el interior de Euskal Herria en Iparralde. Desde Kanbo, pasando por Uztaritze e incluso Bidarrai, este valle ofrece un paisaje natural de lo más variado.
Las cumbres de los montes Mondarrain y Artzamendi albergan multitud de senderos para los amantes de la montaña. Por su parte, el camino de sirga, que comienza en Uztaritze, llega hasta Baiona tras recorrer cerca de 15 kilómetros al borde del río, lugar predilecto para los amantes de los deportes en aguas bravas.
El río Errobi surca el valle homónimo, conectando Baiona –lugar en el que desemboca mezclando sus aguas con las del río Aturri– con Donibane Garazi, capital de la Baja Navarra. En los casi 80 kilómetros de recorrido, este río atraviesa paisajes de todo tipo. Si en la zona de Uztaritze y Kanbo las suaves colinas y llanuras son la tónica dominante, a partir de Itsasu el río entra en una zona mucho más abrupta y montañosa caracterizada por cimas como las de Mondarrain y Artzamendi o la crestería del Iparla, ya a la altura de Bidarrai.
Imposible perderse para quien viaje por la zona, en Itsasu, el célebre Paso de Roldán, arco de piedra que, según la leyenda, fue atravesado por el caballero Roldán con la ayuda de su espada Durandal. Hay quien cuenta también que su caballo abrió con una coz este paso, dejando vía libre a la armada de Carlomagno.
Y a pocos kilómetros del valle están Ainhoa y Sara, dos de los pueblos más bellos de Iparralde, a apenas 30 kilómetros de Hegoalde. Y quien tenga tiempo puede desplazarse a otras localidades atractivas de la zona, de Baiona, la ciudad de confluencia, a Kanbo, el balneario de Euskal Herria, pasando por Bidarray, la puerta de entrada a la Baja Navarra, y Garazi, la ciudad fortificada.
