El río Ebro hace una primera incursión en Álava atravesando la cuadrilla de Añana, entrando por Sobrón y saliendo por Zubillaga en dirección a la burgalesa Miranda de Ebro. Varios kilómetros después vuelve a bordear Álava a la altura de Zambrana y Santa Cruz de Fierro, para entrar en la Rioja Alavesa por Salinillas de Buradón y dejar de ser muga con Burgos y pasar a serlo con La Rioja.

Paso desde la Llanada

Salinillas de Buradón es la puerta que da paso, a través del sierra de Toloño, a la cuadrilla Laguardia-Rioja Alavesa desde la Llanada. El camino que llega hasta Labastida busca la orilla del gran río para, atajando por Briñas, en La Rioja, esquivar los meandros y llegar a la histórica villa.

En Salinillas de Burandón, la torre de la Inmaculada se alza por encima del palacio de los Conde de Oñate. Juan Miguel Ochoa de Olza | NTM

La estratégica ubicación de Salinillas la convirtió en una plaza fuerte para controlar el paso del Ebro a través de la sierra de Cantabria por las Conchas de Haro. A su valor geográfico se añade el comercial gracias al manantial salino quele da nombre.

Esto ha dejado huella en su patrimonio. Entre sus impresionantes casonas de piedra destaca el palacio de los Condes de Oñate y la torre de los Sarmientos, Ayala y Guevaras que se alza en su interior. Esta es una austera edificación defensiva a la que en el siglo XVI se la rodeó del palacio. Una de sus fachadas está adosada a la muralla que rodea el antiguo núcleo de Salinillas, otra de las joyas locales. De sus accesos solo quedan las puertas norte, entrada principal conocida como Arco de Arriba, y la del lado sur, el Arco de Abajo.

Al otro lado de la sierra de Toloño, Labastida da la bienvenida al viajero a la Rioja Alavesa, a una extensa comarca en la que el vino, las vides y todo lo que les rodea se convierte en protagonista absoluto de un paisaje fértil habitado desde hace años y del que el río Ebro era vida a la vez que una vía para viajar hacia el interior de la península o el Mediterráneo.

Su excelente ubicación la convierte en una rica población en el que las fachadas blasonadas de numerosos palacios decoran la principales calles de su casco histórico. El palacio Paternina o el de Garaizabal, frente a frente en la calle Mayor, son dos ejemplos. Está considerado uno de los pueblos más bonitos de Álava y no se ve nada que haga dudar de ello.

En la parte alta del pueblo se puede visitar la ermita del Santo Cristo, un balcón que se abre, no solo a Labastida, sino a toda la comarca. Bajando hacia el centro se acaba llegando a la iglesia de la Asunción, su principal joya patrimonial. Si se hace por el camino corto se descubre un viejo lagar de vino de los muchos que había en las casas particulares; si se toma el largo, el Arco de Larrazuría es una joya que no pasa desapercibida cuando se atraviesa la muralla por la calle Mayor.

En la plaza de la Paz, frente al iglesia de la Asunción, se alza el Ayuntamiento, que no desmerece nada en estilo y en presencia estética.

el Arco de Larrazuria en la calle Mayor de Labastida. Jua

Pero no todo el arte del que se puede disfrutar es clásico. Numerosos y coloridos murales decoran los rincones y paredes de Labastida. Descubrirlos poco a poco es otro de los atractivos.

De Baños a Laserna

El Ebro vuelve a internarse en La Rioja para visitar San Vicente de la Sonsierra y Ábalos y, de nuevo en territorio alavés, llega a Baños de Ebro en uno de los muchos meandros que traza durante su recorrido por esta comarca y hasta alcanzar Navarra.

Baños de Ebro es un pueblo eminentemente agrícola y en el que viticultura es la protagonista absoluta. Su origen es romano, de cuando sus gentes y soldados remontaron el Ebro hacia el interior y este punto se convirtió en un buen vado para cruzarlo. Las vicisitudes de la historia hicieron que durante mucho tiempo perteneciera al reino de Navarra y su nombre, que siempre fue una derivación del balneum latino dado por los romanos, fuera Baynos de Navarra.

En su casco histórico destacan tanto la iglesia de Nuestra Señora de la Antigua, con su portada barroca custodiada por dos desgastados leones de piedra, en la parte baja de la localidad, como la ermita de San Cristóbal, en la parte alta y que permite disfrutar de una panorámica hacia el Ebro.

La moderna estructura del hotel de Marqués de Riscal opone metal y piedra. Juan Miguel Ochoa de Olza | NTM

La calle del Barco lleva a la orilla del río y sale del pueblo por debajo del puente del Ebro que cruza hacia La Rioja. El nombre de esta vía remite las barcas que trasladaban a la otra orilla personas y mercancías, una importante actividad que dio también nombre a otro pueblo de esta ruta, Lapuebla de Labarca.

Pero antes hay que llegar a Elciego, otro destacado centro de la industria del vino en la Rioja Alavesa. Entre las numerosas bodegas aquí instaladas destaca la del Marqués de Riscal por la moderna estructura metálica de su hotel diseñado por el arquitecto canadiense Frank Gehry. Destaca entre las veteranas construcciones de piedra que caracterizan a Elciego y al resto de los pueblos de la comarca.

Más allá de los palacios de las familias influyentes, como el de Navarrete o casa de los Hierros, el de Ramírez de la Piscina o el de Zárate Nabar por ejemplo, el edificio bandera es la iglesia de San Andrés. De probable origen gótico, ha sufrido diversas modificaciones que han alterado su apariencia. Eso sí, no ha perdido su imponente silueta a pesar de verse enclaustrado entre varias viviendas.

Más sencillo es disfrutar de la ermita de la Virgen de la Plaza, frente al edificio del Ayuntamiento y con el que comparte la plaza Mayor, que centra parte de la vida social de la localidad.

Lapuebla de la Barca nos devuelve a la misma orilla del Ebro. Su nombre evoca su origen como vado del Ebro. Con el tiempo, este sistema se sustituyó primero por un puente colgante y después por otro de cemento que lleva a la riojana Fuenmayor. En la plaza el Plano se encuentra el Ayuntamiento, un coqueto edificio que recuerda a la tradicional arquitectura rural vasca y que llama la atención entre las medievales piedras que lo rodean. Pero su mayor secreto es el Balcón del Ebro que se esconde detrás, un mirador sobre la amplia curva que el Ebro traza a los pies de Lapuebla.

El arco de piedra que aún se mantiene erguido del puente romano de Mantible. Juan Miguel Ochoa de Olza | NTM

Aunque parece que es la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción lo que da empaque al casco histórico del pueblo, en realidad son las pequeñas calles y rúas las que le dan su especial encanto. Recorrerlas sin prisa supone toda un experiencia inmersiva.

Esta excursión termina en Laserna, donde el Ebro se separa definitivamente en dirección a Logroño, pero antes, pasado Assa, se puede visitar el puente romano de Mantible, del que apenas queda un arco en la orilla alavesa y las bases de sus pilares enfrente. Supuestamente fue levantado en el siglo I, pero algunos discrepan de su origen y lo sitúan en el siglo XI, por lo que sería románico. Da igual, verlo de cerca impresiona.

Ya en Laserna, la mirada se dirige a la ermita de Nuestra Señora de las Casetas, un sencillo templo de piedra con una espadaña, pero que parece compartir sus funciones espirituales con otras mas terrenales y administrativas, como la oficina de correos, por ejemplo.

El Camino Natural de Ebro, la GR-99

El Camino Natural del Ebro (también conocido como GR-99) es un Camino Natural y un sendero de Gran Recorrido que parte de Fontibre (Cantabria) y recorre todo el Ebro hasta llegar a Deltebre (Tarragona), donde desemboca en el Mediterráneo.

El recorrido está perfectamente señalizado con balizas de señales rojas y blancas, y se divide en 42 etapas, aunque algunas pueden tener ramales.

Las etapas que cruzan Álava son:

  • Etapa 10, que sale de Quintana Martín Galíndez y llega a Baños de Sobrón (25,1 km)
  • Etapa 11, de Baños de Sobrón a Miranda de Ebro (20,7 km) y que cuenta con una ramal que pasa por Puentelarrá/Larrazubi hasta Miranda de Ebro de 16,7 km
  • Etapa 14, de San Vicente de la Sonsierra a Elciego (22,9 km), que cuenta con un ramal alternativo que va de Baños de Ebro a Cenicero de 8,4 km
  • Etapa 15, de Elciego a Oyón (25,6 km)
  • Etapa 16, de Oyón a Mendavia (31,3 km)