GASTEIZ. Todo empezó como una casualidad en una de las fiestas del Rocío de Gasteiz, donde se acostumbra a tomar rebujitos, manzanilla bien fresca. A Miguel García, hostelero de Murgia y protagonista del euskoalavés, le pincharon para ver si era capaz de preparar una bebida fresca a base de productos alaveses, y él, capaz de recorrer el Camino Ignaciano empujando una carretilla y vendiendo productos alaveses en los pueblos por los que atraviesa, se lanzó a por ello. Miguel decidió usar txakoli, un poco de agua carbonatada y una pequeña dosis de Karpy -licor de naranja-. El resultado es una bebida nueva y refrescante a la que ha denominado Falzue y que ya ha ido dando a conocer en las ferias de los pueblos. Ahora, recién terminada la Blanca, la ofreció también para catarla gratuitamente. Este rebujito vasco se toma muy frío y adornado con una uva en su interior.
Como el protagonista de esta historia no quiso dejar nada sin atar, primero contó con el apoyo de Merino, de Arabako Txakolina, y del bodeguero Mariano Álava. Tras ir ofreciendo catas de Falzue en las ferias, también se las ha ofrecido a los blusas, a presidentes de cuadrillas, a varios alcaldes y hasta al diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco.
No en vano, Miguel García se ha ido convirtiendo en un icono de los productos alaveses, con su imagen de blusa arrastrando una carretilla llena de productos (vino de Rioja Alavesa, txakoli alavés o de las otras dos denominaciones vascas, sidra de Kuartango, aceite de oliva virgen de Rioja Alavesa, queso de Idiazabal?) señalizando su situación con unas banderas, tanto en las ferias mencionadas como en los partidos del Deportivo Alavés.
Tras varios meses dando la bebida a probar y consultar a unos y a otros, además de recibir numerosos apoyos, incluso de los propios bodegueros de txakoli, ahora ha llegado el momento de convertirlo en un nuevo producto en el mercado. Para ello se ha puesto en contacto con otro emprendedor, Benito Peciña, el impulsor de la sidra Kuartango, elaborada en lo que un día fue un afamado balneario de aguas sulfurosas, y éste le ha propuesto embotellar el Falzue.
Yolanda Estévez, la esposa de Miguel, diseñadora gráfica de formación, ha realizado la etiqueta de la nueva bebida, que se imprimió en Oion, y Peciña ha ofrecido sus instalaciones para poder embotellar la bebida. Y esto es lo que han estado realizando en los últimos días de julio en Kuartango para que las primeras botellas pudieran tener como escenario de presentación las fiestas de Gasteiz.
Una bebida euskaldun a pesar de que el popular ‘rebujito’, la bebida burbujeante típica de las ferias de Andalucía, fue “inventado” en la caseta de unos farmacéuticos de Granada. Corría 1985 y tras una larga jornada de trabajo llegó el cansancio y la sed a los miembros de la comisión, pero éstos no tenían nada que beber. “Empezaron a rebuscar y al final hallaron un par de cajas de botellas de vino amontillado. Pero, tras el primer sorbo, notaron que el vino no estaba en buenas condiciones, así que decidieron añadirle un refresco. Solo encontraron unas botellas de Seven Up. Y como si de una fórmula magistral se tratase, lo mezclaron, resultando estar tan bueno que durante todas las fiestas, fue la bebida de moda, pero con Sprite”.
En su campaña de marketing, Miguel se desplazó a varios espacios de la capital para dar a degustar el Falzue. Y lo hizo, además, arropado por varias cuadrillas de blusas: Belakiak, Beleziak, Batasuna, Hegotarrak y Nekatzariak. Para promocionar tan deliciosa bebida se ha desplazado asimismo a distintos lugares del territorio. E incluso ha llegado a estar presente en algún partido del Alavés. Todo sea por el rebujito.