Bilbao
Por segunda vez, en menos de una semana, llueven pájaros muertos del cielo. Después de las cinco mil aves que aparecieron en Arkansas, ahora han sido tres localidades, dos en Estados Unidos, en Maryland y Luisiana, y una en Suecia, las que han visto cómo sus carreteras se llenaban de ejemplares como mirlos de ala roja y estorninos. Algunas aves caen muertas en pleno vuelo, mientras que en otras pierden la orientación y se debilitan hasta que mueren. El último caso ha ocurrido en Kentucky, donde se han localizado 500 ejemplares en una autopista de Pointe Coupee.
Pero al otro lado del Atlántico se ha repetido este expediente X y docenas de pájaros han aparecido también muertos el martes en las calles de la localidad sueca de Falköping. El alrededor de un centenar de grajillas están siendo analizados por los veterinarios porque el caso recuerda peligrosamente al de los 5.000 pájaros que cayeron muertos sobre Beebe, en Arkansas, poco antes de la medianoche del 31 de diciembre.
Varios estados de EE.UU. han abierto investigaciones para esclarecer este misterio que ha asombrado y generado desconcierto en la población. Entre las teorías se mencionan un tornado, el efecto de una lluvia de granizo o el estrés causado por fuegos artificiales, pero ninguna de ellas ha sido confirmada. Arkansas ha abierto una de las primeras investigaciones. No en vano allí ocurrió el primer incidente, y también el más grave, con la muerte de 5.000 pájaros en Beebe el día de fin de año. La muerte de estos pájaros, turpiales sargentos de ala roja, sucedió una semana después de la de unos 100.000 peces tambor en el río Arkansas. Una primera autopsia revela que las aves tenían el estómago vacío, lo que descarta un envenenamiento masivo. George Badley, veterinario de Arkansas, mantiene que las aves cayeron muertas al suelo. A su juicio, el hecho de que estos turpiales sargentos vuelen en bandadas muy grandes y compactas sugiere que sufrieron un choque masivo en el aire.
Además, Arkansas sufrió fuertes tormentas el viernes -incluso un tornado- y, según los observadores, los rayos pudieron originar la muerte de las aves, que también según se especula, pudieron perecer a raíz del impacto de granizo a gran altura. Asimismo, otra hipótesis habla de que los pájaros murieron por un trauma físico, producto de los fuegos artificiales de fin de año.