Un skater con alzacuello
Un sacerdote húngaro utiliza su habilidad sobre el patinete para tratar de acercar a los adolescentes a la Iglesia w El vídeo del cura practicando skate ha sido visto en Youtube más de medio millón de veces
Bilbao
YA lo dice el proverbio. Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña. A pie, en bici o en monopatín si hace falta. Al menos eso es lo que debe pensar Zoltan Lendvai, un sacerdote húngaro que ha saltado a la fama por utilizar sus habilidades como skaterpara atraer a la Iglesia a los más jóvenes. Y a la pantalla del ordenador, a miles de internautas. De hecho, el vídeo en el que realiza piruetas frente a un grupo de chavales ya ha sido reproducido más de 500.000 veces en Youtube.
Al habilidoso reverendo no se le caen los anillos, ni las gafas, por subirse a la tabla y predicar sobre ruedas. Todo sea por captar feligreses imberbes. "He sentido muchas veces que ésta es la manera en la que puedo acercar un poco más la gente a Jesús", señala el religioso, afincado en Redics, una pequeña localidad ubicada en la frontera entre Hungría y Eslovenia.
A sus 45 años, Lendvai está en plena forma. Prueba de ello es el vídeo Funny Priest Skateboarding, que se multiplica como los panes y los peces por internet. En la grabación, de poco más de tres minutos, se santigua, se remanga la sotana y se sube al patín ante un público adolescente que contempla, entregado, la escena. Con las risas flojas de los chavales como banda sonora y algún que otro coche de telón de fondo, el religioso practica varios trucos de skate sobre la carretera. Fascinados por la exhibición, algunos de los presentes la inmortalizan con sus cámaras. Y de ahí a internet, sabe Dios, hay un paso.
Como San Juan Bosco Siguiendo la estela de San Juan Bosco, sacerdote italiano que en el siglo XIX utilizaba juegos para educar, Lendvai decidió poner en práctica su filosofía, pero utilizando sus propias armas. El cura católico, que aprendió a andar en monopatín a los 14 años, cayó en la cuenta -cuando ya ejercía el sacerdocio en el pueblo de Kormend, en el noroeste del país- de lo atractivo que podría resultar para los chavales este deporte y se puso manos a la obra. Su primer patinete estaba decorado con el escudo de armas papal y desde entonces ya ha regalado seis a su nueva generación de fieles.
A la espera de ver si la repercusión que está teniendo su vídeo en la Red se personifica en los bancos de las once parroquias del suroeste de Hungría en las que ofrece misa, el reverendo va recogiendo sus primeros frutos. Según él mismo explica, tres jóvenes de entre 16 y 18 años que nunca habían asistido a sus oficios comenzaron a acudir con asiduidad después de que les enseñara un par de piruetas sobre el patín.
Bautizado como elcura skater, Lendvai cuenta con el apoyo de sus fieles. De hecho, algunos ya se han mostrado dispuestos a luchar por el derecho del pastor a seguir patinando, aun en el caso de que las autoridades eclesiásticas se opongan. Con el skater hemos topado.