Pedro Azpiazu ha visto este viernes cómo el Parlamento aprueba los últimos Presupuestos de la legislatura, y también los últimos de su trayectoria como consejero en vista de su intención de retirarse después de las elecciones vascas. El responsable de Hacienda mostró su satisfacción por la aprobación de unas Cuentas que cree que, además, sientan las bases para un futuro “más próspero”. Pero también quiso poner sobre la mesa otra idea. Hizo un llamamiento a que la oposición sea responsable en sus mensajes, porque proyectar la imagen de que Euskadi está sumida en un “caos” de conflictos y crispación, una imagen que cree que no es real, puede perjudicar a los vascos a nivel internacional y podría complicar la atracción de inversiones.

Azpiazu pidió a los medios de comunicación que le permitieran tomarse una licencia con una metáfora aprovechando el sorteo del Gordo de la Navidad. “A Euskadi le ha tocado la lotería”, dijo sobre las Cuentas, porque este proyecto reforzaría la sanidad y la educación, atendería al tejido productivo y la transición energética, va a ser “capaz de responder a las necesidades y retos de este país el próximo año, y va a poner las bases para los ejercicios siguientes, unas bases sólidas, realistas y coherentes”. Tras asegurar que el próximo año vendrá rodeado de incertidumbres, añadió que Euskadi se ha pertrechado bien y que la economía será capaz de generar 16.000 empleos de trabajo netos, con una tasa de paro que bajará del 7% en la segunda mitad de 2024, “cumpliendo con creces los objetivos”. Aseguró que el proyecto ha aunado “valentía y prudencia a la vez”.

A partir de ahí, lamentó la actitud de la oposición, que le “entristece”. “Frente a la realidad caótica” que habría dibujado rechazando las Cuentas en el Parlamento y en Gipuzkoa y Araba, avisó de que esa “imagen de conflicto y crispación que algunos buscan instaurar y que no se ciñe a la realidad no es buena para nadie, para nuestra ciudadanía, nuestro tejido productivo, para captar inversiones, para nuestra reputación como país”. “Euskadi compite en un mundo global y tanta escenificación puede acabar por pasarnos factura a todos. Invito a que se sepa medir”, reclamó, para añadir que el Gobierno también trabaja para “mejorar”. Este fue el último pleno del año, pero el Parlamento trabajará en enero, y pretende aprobar cuatro leyes en febrero.