DEIA se ha reunido con seis mujeres que desde su campo de acción luchan contra la violencia machista y ayudan a aquellas que la sufren: Itziar Urtasun, concejala de Igualdad y Fiestas del Ayuntamiento de Bilbao; Marieta Montero, psicóloga-sexóloga del Módulo Auzolan; Laura Anido, abogada especializada en violencia machista del Módulo Auzolan; Izaskun Zarrandikoetxea, trabajadora social y sexóloga de Eraikiz Kolektiboa; Jone Larrazabal, directora del Área de Igualdad y Fiestas del Ayuntamiento de Bilbao; e Irati Fernández, jefa del Negociado de Intervención Social en Violencia Machista del consistorio bilbaino.
Estas mujeres trabajan de manera directa con otras mujeres que han sufrido violencia machista, y todas ellas coinciden en la importancia de denunciar, aunque destacan la necesidad de que dar ese paso "no sea un fin sino un medio para que una mujer consiga una recuperación y una reparación de su vida". Laura Anido, abogada de Auzolan, conoce bien los "largos" procedimientos penales por los que transitan las mujeres cuando interponen una denuncia y resalta la necesidad de que "cuando una mujer decide poner una denuncia, se tome su tiempo. Que sepa cuáles son las consecuencias jurídicas y que no espere una respuesta penal acorde a su sufrimiento".
Como psicóloga, Montero les dice a las mujeres que "lo primero es escucharlas, que hablen y que puedan identificar las violencias que han sufrido". Asimismo destaca la importancia de dotar a la víctima de un espacio donde se pueda expresar con libertad sin ser juzgada y donde poco a poco ella vaya asumiendo la responsabilidad y la posibilidad de tomar sus propias decisiones".
Ambas consideran de que existe cierta presión social para que las mujeres denuncien, pero que "la mujer debe ser consciente de que el problema no acaba con la denuncia. Que el procedimiento penal es largo y tiene que estar fortalecida. Por supuesto que creo que hay que denunciar, pero buscando los tiempos y los momentos y siendo conscientes de que el procedimiento igual no es lo que ella espera".
Asimismo, recalcan la importancia de respetar la decisión de las aquellas que deciden denunciar, así como la de quienes deciden no hacerlo. Además, Irati Fernández añade que "las mujeres tienen derecho a recibir ayuda aunque no hayan denunciado. Porque no todas las agresiones son delitos, pero sí todas necesitan y tienen derecho a recibir ayuda. Hay que escucharlas, asesorarlas y acompañarlas. Que vayan cogiendo esa fuerza y se vayan empoderando para luego poder tomar sus propias decisiones y que puedan ser ellas quienes decidan si denuncian o no".
Reparación de las víctimas
En el proceso que estas profesionales transitan con las mujeres que han sufrido violencia machista, también entra en juego su reparación. Algo que Itziar Urtasun, concejala de Igualdad, considera "difícil" teniendo en cuenta que "están muy dañadas cuando vienen a contar su historia, están hartas de todo lo que han vivido y no ven la luz al final del túnel". Marieta Montero cree que para lograr esa reparación, es necesario contar con la víctima. "Nosotros no tenemos que adelantarnos, cada mujer necesita una cosa diferente. Cada una tiene una prioridad para salir del momento en el que están y nos lo van a decir, solo hay que saber escuchar", apunta.
Asimismo, Irati Fernández asegura que existen distintos niveles de reparación en los que todos los sectores y departamentos (educación, salud, sanidad, etc) deben estar dotados e implicados. "Que una ciudadana, independientemente de su situación social, tenga garantizada una atención integral y de calidad", sentencia.
En esta línea, Zarrandikoetxea recalca también la importancia de que las mujeres no se queden solas. "Aunque ya se haya separado, aunque haya habido una sentencia firme o lo que sea, que pueda seguir contando con un acompañamiento. Que no se de por hecho que ya no necesita nada", apunta. Además, considera que esta cuestión no es únicamente responsabilidad de la administración, sino de la comunidad que las rodea. "Es necesario que estás mujeres cuenten con una red de apoyo segura y formada que las acompañe y las sostenga en el proceso", añade.
Asimismo, Montero hace hincapié en la importancia de dicha red de apoyo si la mujer sufre una recaída. "Hay que entender que la recaída es parte del propio proceso. Romper con una situación de violencia siendo mujer es complicado, no es únicamente una cuestión de voluntad. Por eso es importante no juzgarla ni revictimizarla", comenta.
"Es importante que los protocolos se apliquen en las fiestas, en los barrios, en la hostelería, en los comercios... Que todos los agentes de la sociedad puedan conocerlos para saber cómo actuar ante un caso de violencia machista"
En la reparación de las mujeres que han sido víctimas de violencia machista, estas profesionales resaltan la necesidad de poner el foco también en los hijos e hijas de estas mujeres. "Desde el 2015 está establecido en el ordenamiento jurídico que son víctimas. Tenemos que poner el foco en esas niñas y niños que requieren de protección", señala Irati Fernández. Porque aunque a veces estos menores pueden ser el motivo por el que las mujeres no dan el paso para pedir ayuda o denunciar, Fernández apunta que "tienen que ser el motivo para dar ese paso, porque pueden ser su motor de recuperación".
En este 25 de noviembre, las profesionales que trabajan de manera directa con las mujeres que sufren violencia machista recalcan la necesidad de que todos los actores de la sociedad se impliquen en la lucha para erradicar un problema estructural. Insisten en la formación para que cualquiera pueda actuar ante un episodio de violencia machista y recuerdan que "este mensaje va con los hombres. Todo va para ellos, que se entienda que esto sucede porque los hombres agreden a las mujeres y es el resultado de una desigualdad estructural. Todo esto son mensajes dirigidos a toda la sociedad y los hombres son la mitad de esa sociedad.".