La Comunidad de Trabajo de los Pirineos (CTP) reclamó ayer lunes, en una declaración de los presidentes de su consejo plenario, su participación en la Estrategia de Cooperación Transfronteriza entre España y Francia. Reunido en Busturia, este consejo, que agrupa a los gobiernos de Euskadi, Nafarroa, Aragón, Catalunya, Andorra, Nueva Aquitania y Occitania, aprobó además un “compromiso” en el que aboga por la “creación de un espacio transfronterizo para el despliegue de la economía del hidrógeno”.

La de ayer lunes fue la reunión de despedida del lehendakari, Iñigo Urkullu, al frente de CTP, ya que Euskadi deja la presidencia rotatoria de este organismo. Urkullu, que ha ocupado este cargo desde 2021, cedió el testigo a la presidenta del Consejo Regional de Occitania, Carole Delga, que lo ostentará otros dos años.

En la Declaración de Busturia, los presidentes de CTP solicitan la “rápida implementación” del Tratado de Amistad y Cooperación suscrito por España y Francia en enero de 2023 en Barcelona. La comunidad pirenaica “reclama su participación tanto en la Estrategia de Cooperación Transfronteriza como en el Comité de Cooperación Fronteriza” y se ofrece de nuevo a los gobiernos español y francés para “contribuir en especial a las interconexiones ferroviarias y energéticas”.

En su plenario número 41, esta Comunidad recuerda que ha cumplido su 40 aniversario y subraya su voluntad de “profundizar en la cooperación transfronteriza al servicio de las personas y de sus territorios”. Mostró a su vez su satisfacción por el “compromiso” que firmaron las siete regiones para crear un “ecosistema pirenaico” de cara a la “promoción de la producción, el transporte, el almacenamiento y la utilización del hidrógeno renovable”.

Con este fin, se constituyó un grupo de trabajo “en el que participan personas expertas provenientes de los sectores públicos y privados de todos los territorios miembros”. En su encuentro en Busturia, enclavado en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, trataron también sobre el impulso a la estrategia pirenaica ante el cambio climático.

En su última intervención ante el plenario, Urkullu se congratuló de la apertura de algunos pasos fronterizos cerrados en 2021, aunque recordó que “algunos siguen cerrados”, lo que “va en contra de la legislación básica de la Unión Europea y el espíritu del Tratado de Schengen”. “La libre circulación de personas sigue sin ser una realidad, especialmente en el Pirineo, mientras las de bienes y capitales, y en menor medida la de servicios, están muy desarrolladas. Compartimos una misma idea: no hay mercado único sin cohesión”, añadió.