El colectivo de familiares y allegados de presos de ETA, Etxerat, se movilizó un verano más en un total de 15 playas vascas para exigir el fin de la “excepcionalidad” de la política penitenciaria.

Bajo el lema Etxera!, la asociación realizó ayer domingo movilizaciones en las playas de La Arena, Bakio, Laidatxu, Laida, Laga, Ea, Lekeitio, Ondarroa, Mutriku, Deba, Zarautz, Orio, Donostia, Hondarribia y Hendaia.

En una comparecencia en la capital guipuzcoana, los responsables de Etxerat lamentaron que “continúan siendo sistemáticas las regresiones de grado y demás obstáculos que sectores de la Audiencia Nacional y la fiscalía mantienen, obstaculizando el camino emprendido por los presos, exiliados y deportados políticos vascos”.

Asimismo, denunciaron la regresión de grado impuesta la pasada semana a la exmiembro de ETA Ainhoa Barbarin, lo que ha supuesto su vuelta a prisión, así como “las conculcaciones de derechos sufridas por Xabier Atristain y el resto de presos” de la organización por parte de “una justicia que está utilizando su poder, no con afán de justicia, sino de revancha y venganza, y adoptando decisiones totalmente descontextualizadas del nuevo tiempo”.

Desde Etxerat recordaron que se trata de un colectivo cuyos miembros “superan, de media, los 20 años de prisión y lejanía en las condiciones más adversas, muchos ya con edades avanzadas y varios de ellos diagnosticados de enfermedades graves”.

Así, se suman a la reciente declaración del Ararteko, que considera que “la Administración penitenciaria vasca debe anclar, como principios, la dignidad de la persona presa, la reducción del tiempo de prisión y la resocialización en el ámbito comunitario”.

Finalmente, desde el colectivo de presos censuraron “la actitud obstaculizadora y de confrontación que mantiene ese lobby conformado por algunas asociaciones de víctimas, sectores políticos y algunos medios de comunicación y que se traduce, entre otras cuestiones, en la forma de actuar de la Audiencia Nacional”.