Juan Carlos I aterrizó a las 14.00 horas de ayer en el aeropuerto vigués de Peinador en su tercera visita a España desde que tomó la decisión de marcharse a vivir a Abú Dhabi (Emiratos Árabes Unidos) en agosto de 2020. Su llegada atrajo a numerosos medios de comunicación al aeropuerto y algunos curiosos que no quisieron perderse el aterrizaje de la aeronave en las inmediaciones del recinto. Sin embargo, la expectación en Sanxenxo ante la presencia del emérito, que tiene previsto pasar allí los próximos días para participar en una regata, es decreciente con cada nueva visita.

En el aeropuerto le esperaba su amigo y regatista Pedro Campos, que acudió en su vehículo particular acompañado por su mujer para conducirlo a Nanín, en Sanxenxo.

Se da la circunstancia de que su hijo, Felipe VI, viajó ayer miércoles a Palma para comenzar sus vacaciones de verano en el Palacio de Marivent, que compaginará con diversos actos oficiales, como las audiencias con las nuevas autoridades de Baleares previstas hoy. No está previsto que se encuentre con su padre, a quien vio por última vez en enero.