La propia naturaleza de la Ertzaintza como cuerpo policial es uno de los aspectos que está en cuestión en el actual conflicto que se vive en su seno con la aparición de un colectivo, Ertzainas en lucha, al margen de los sindicatos para reivindicar la actualización de su convenio y la mejora de sus retribuciones. “La Ertzaintza es una de las instituciones más simbólicas del autogobierno y no lo debiéramos de perder”, afirmó ayer jueves el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar.

Entrevistado en Onda Vasca, expresó su preocupación por el carácter anónimo del movimiento asindical y por su paralelismo con otros cuerpos policiales del Estado. “Hay movimientos con apariencia de lucha sindical o reivindicativa que parece que pueden tener también un hilo conductor de vuelta a unos modelos policiales de palo y tentetieso, de ordeno y mando, de gente que está muy a gusto con la ley mordaza”, aseguró. Ortuzar advirtió de que “no es nuestro estilo, no es el modelo policial con el que se creó la Ertzaintza que es una policía de proximidad, una policía del pueblo”.

Este colectivo asindical ha demostrado una gran capacidad de movilización en su reivindicación, entre otras cuestiones, de un aumento salarial de 1.100 euros al mes. Tal y como avanzó este medio el pasado 6 de junio, a la hora de constituirse como asociación, Ertzainas en lucha ha calcado el modelo que permitió a la asociación Jusapol asentarse en las Fuerzas de Seguridad del Estado y los Mossos d’Esquadra en detrimento de los sindicatos policiales tradicionales. En concreto, sus promotores contactaron con representantes de la Guardia Civil en Jucil destinados en Gipuzkoa para seguir su ejemplo a la hora de constituir la asociación asindical.

El afán de Ertzainas en lucha de fagocitar a los sindicatos de la Policía vasca puede traslucirse en las propuestas que llevará hoy a la reunión que mantendrán ambas partes. Además de reclamar tener presencia en las reuniones que las centrales mantienen con el Departamento de Seguridad, pretenden compartir todas las protestas que se celebren a partir de ahora, portando juntos la pancarta, y consensuar la propuesta que se lleve ante la consejería. De no alcanzar un acuerdo sobre la misma, este colectivo aboga por someter las opciones existentes a votación entre los ertzainas. Más aún, cuando se alcance un acuerdo final, reclama que sea refrendado a su vez por todos los agentes.

Retomar el diálogo

Lo que sí es común a todas las partes implicadas son los llamamientos constantes de los últimos días a retomar la negociación que se truncó cuando ErNE, ESAN, Euspel y Sipe acordaron retomar la unidad de acción, inmediatamente después de la demostración de fuerza que Ertzainas en lucha hizo en Bilbao congregando a miles de agentes en una manifestación. En su primera nota, el pasado 10 de mayo, instaron al Departamento de Seguridad a desconvocar la mesa de negociación que había prevista una semana después por “falta de contenido”. Los cuatro sindicatos reclamaron el pasado miércoles celebrar una nueva reunión y el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, recordó ayer jueves que “son los sindicatos los que después de muchos meses de negociación y de más de 40 reuniones, en un momento determinado, cuando irrumpe en el escenario el movimiento asindical, deciden levantarse de la mesa e incorporarse a las movilizaciones sin más”.

En declaraciones a los medios realizadas a su llegada al Parlamento Vasco, insistió en que “no es el Gobierno el que tiene que volver a la mesa” porque “nunca se ha levantado” de la misma. “Los materiales siguen encima de la mesa, las cuestiones planteadas, semiacordadas e incluso acordadas antes de que decidieran levantarse continúan” a la espera de ser retomadas, añadió. Recordó que, pese a la espantada de las centrales, el 30 de mayo se celebró una nueva reunión que duró cuatro horas. Frente a las críticas por la supuesta falta de voluntad negociadora de su Departamento, alegó que “nadie se mantiene reunido durante cuatro horas si no quiere ningún acuerdo”.

Según el vicelehendakari, por tanto, si los sindicatos “quieren volver y retomar las conversaciones donde las dejaron, en los términos en los que se dejaron y arrancando de los acuerdos que se alcanzaron o de las aproximaciones que se hicieron en las últimas reuniones, el Gobierno no será quien se oponga a ello, todo lo contrario”. El Ejecutivo sigue “dispuesto a reunirse”, zanjó.