Cuando mañana se cumplen 43 años de la aprobación del Estatuto de Gernika, la situación más que precaria del cumplimiento de sus disposiciones por parte del Estado obligan al Gobierno vasco a reclamar una vez más que se complete la transferencia de las competencias pendientes, y también a mirar a futuro. La progresiva aparición de nuevos ámbitos competenciales no recogidos en el Estatuto obligan a preparar el terreno para evitar "tentaciones recentralizadoras" que ya no se encuentran en el terreno de lo posible: son una amenaza palpable, empírica.

Así lo ha afirmado el lehendakari Iñigo Urkullu en la apertura de la jornada Euskal Autogobernua. Orain eta bihar, que ocupará toda la mañana en el Palacio Euskalduna con ponencias y mesas redondas. En ese marco, ha recuperado el concepto de Concierto Político, un "régimen bilateral de garantías" que suponga un cortafuegos que impida la invasión del autogobierno de la CAV y Nafarroa. Al mismo tiempo, ha apostado por la "territorialización del poder judicial", un poder emanado de los Derechos Históricos que abre la puerta a "contar con un poder judicial propio para interpretar y aplicar las normas propias".

Acompañado de la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, y en presencia de una amplia representación parlamentaria, municipal y del Gobierno vasco, Urkullu ha recordado que Euskadi "no tiene derecho a la tutela judicial efectiva". Así lo ratificó el propio Tribunal Constitucional, que rechazó la vía del recurso para que "el Estatuto se cumpla de una vez por todas".

Sánchez no cumple 

El lehendakari, que dos horas antes ha protagonizado un desayuno informativo en el Hotel Ercilla, ha insistido en que el presidente español, Pedro Sánchez, ha incumplido la "prueba de confianza" que le reclamó durante el Debate de Política General en el Parlamento Vasco. Tan solo se han iniciado las negociaciones para culminar el traspaso de los trenes de cercanías, un bagaje a todas luces escaso que empujan a acometer la "actualización del pacto estatutario".

Reivindicar una voz propia en Europa y hacer partícipes a los jóvenes del "diseño de un nuevo contrato de convivencia política" han marcado a su vez la intervención del jefe del Ejecutivo vasco en Euskalduna Jauregia. Ha insistido en la necesidad de "actualizar, profundizar y expandir el autogobierno vasco", que ha definido como el "punto de encuentro de una parte mayoritaria de la sociedad" que genera, por tanto, "un consenso generalizado en Euskadi".