BILBAO - El 68% de los ciudadanos españoles apuesta por el diálogo para resolver el conflicto catalán. El dato no es baladí y presenta matices: el 46,8% aboga por una política de negociación dentro de la Constitución y el restante 21,2% opta por no establecer límites con tal de encontrar una solución. La cifra contrasta con el 23,4% de interpelados que prefiere “mano dura” por parte del Ejecutivo español. Así lo atestigua la encuesta encargada por el Govern al Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), el CIS catalán, una vez conocida la sentencia del procés, realizada a través de 3.600 entrevistas entre el 9 de septiembre y el 17 de octubre, y con un coste de 98.000 euros.
Esta conclusión se apoya además en el hecho de que una mayoría apela a una salida eminentemente política (49,8%), vía deseada sobre todo por los encuestados en Catalunya (75%), de forma que en España solo un 24,1% estima que la réplica del Estado debe ser judicial. El sondeo revela asimismo que el 33,9% de los españoles ve injusto el encarcelamiento de los políticos soberanistas, aceptado por el 53,3%, mientras que en el territorio catalán el número de gente que se opone a la prisión de los dirigentes independentistas asciende al 75,2%.
Destaca igualmente esta encuesta que un 36,2% de la ciudadanía española respaldaría la celebración de un referéndum para que los catalanes decidiesen “qué relación quieren” que exista entre Catalunya y el Estado, frente a un 51,8 % que estaría en desacuerdo. En cambio, el 70,8% de catalanes está a favor de esa receta. A su vez, una consulta a nivel estatal solo es aceptable para el 35,9% de los catalanes y para el 44,7% del resto de españoles, mientras que realizarla exclusivamente en Catalunya únicamente es apoyada por el 29,8% ciudadanos del resto del Estado.
Quienes creen que esta solución no es necesaria porque la Constitución ofrece ya un margen para solventar la cuestión catalana representan el 42,3% en total, pero esta estrategia no es la ideal para los catalanes, puesto que apenas la apoya el 15,9%. Ante la posibilidad de que haya un referéndum legal y acordado sobre la independencia en el que la mayoría de catalanes optaran por la secesión, el 53,3% de los españoles aceptaría el resultado de las urnas. De ellos, el 81,3% de los catalanes, mientras que en el resto del Estado la cifra se situaría en el 48,2%.
Entre otras cuestiones, el 44,8% de catalanes quiere un Estado en el que se reconozca a las autonomías la posibilidad de ser independientes, frente al 21,3% que es partidario de más autonomía y un 15,7% que prefiere el actual sistema. En el resto de España instan a mantener el sistema actual (32%), seguido de un Gobierno sin autonomías (21,1%) y un Estado con menos autonomía que ahora para los territorios (16,6%). El sondeo también analiza el grado de satisfacción de los ciudadanos con la democracia, sobre la que hay un claro consenso entre catalanes y españoles en mostrar su escaso agrado. En Catalunya, el 87,5% está poco o nada satisfecho, mientras que en el resto del Estado, la cifra es algo menor (75,5%) aunque igualmente abrumadora.
los que peor caen Según el estudio, los catalanes son los peor valorados por los españoles en una escala del 0 al 10 (con una nota de 5,63), con un punto menos que los siguientes, que son los vascos, sin contar ceutíes y melillenses. Las diferentes percepciones entre catalanes y ciudadanos del Estado se reflejan en cómo se responde a qué comunidades creen que son más favorecidas por el Gobierno español. Los catalanes señalan que Madrid (el 52,6%), Andalucía (50,4%), Extremadura (24,3%%) y la CAV (22,3%) son las más favorecidas. En cambio, entre los españoles, Catalunya es la más favorecida (para el 64,7%), seguida de la CAV (43,6%), Madrid (39,3%), Andalucía (10,9%) y Nafarroa (7,9%).