BILBAO - Ángel Garrido ha culminado su particular viraje político, cambio de formación incluido, volviendo al punto de partida: el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Así, el que fuera presidente regional tras la dimisión de Cristina Cifuentes en 2018 se incorpora al nuevo Ejecutivo madrileño, pero esta vez bajo las siglas de Ciudadanos en lugar del PP, partido que abandonó in extremis para engrosar las listas naranjas en las elecciones autonómicas de mayo. Garrido será de esta forma el consejero de Transportes de la popular Isabel Díaz Ayuso -que fue investida el pasado miércoles con los votos de C’s y el PP, así como con el apoyo externo de Vox-.

El del expresidente regional es el primer nombre que se conoce de los que compondrán el Ejecutivo de PP y Ciudadanos -además de la segura vicepresidencia del naranja Ignacio Aguado- y supone la consumación de la revancha de Ángel Garrido contra su anterior partido y en concreto contra Pablo Casado, que optó por elegir a Díaz Ayuso como candidata a la Comunidad de Madrid y relegar a Garrido a los comicios europeos. Este, sintiéndose ninguneado, se resarció dando el salto a las listas autonómicas de C’s y ahora regresa al Gobierno madrileño, en esta ocasión en calidad de consejero de un gabinete bicolor.

A buen seguro en el PP no ha sentado bien la exigencia de Ciudadanos de que Ángel Garrido esté presente en el futuro Gobierno regional. Sin embargo, ayer la flamante presidenta de la Comunidad no quiso levantar ampollas y no valoró la elección de Garrido. Preguntada por su nombramiento, Isabel Díaz Ayuso se limitó a decir que “no importan tanto las personas” como las políticas que va a llevar a cabo durante la legislatura.

La dirigente popular, que acudió a la tradicional festividad de La Paloma, señaló que está centrada en elegir a quienes compondrán su gabinete y en elaborar un programa de Gobierno. “Yo, sobre todo, lo que estoy pensando es en cómo hacer el mejor equipo y pensando en políticas y no ya tanto en personas; el momento de los políticos y las caras ya pasó”, afirmó la presidenta electa, que anunciará la composición de su Ejecutivo una vez tome posesión del cargo el lunes. Asimismo, Díaz Ayuso evitó tildar de “traidor” a Garrido, al contrario de lo que dijo de Iñigo Errejón, al que describió con dicho calificativo en la sesión de investidura del miércoles.

Por su parte, en Ciudadanos consideran al expresidente madrileño la persona más apropiada para hacerse con una cartera con peso debido a su experiencia en la gestión de la institución. Según Ignacio Aguado, portavoz de la formación naranja en Madrid, Garrido es el “mejor preparado” para ejercer la “gran responsabilidad” de la consejería de Transportes por su recorrido y por su ideología “moderada y liberal”.

Vox, “vigilante” Finalmente, la formación ultra, cuyos votos son indispensables para que el mandato de Díaz Ayuso transcurra sin sobresaltos, advirtió ayer de que estará “vigilante” para que el PP y Ciudadanos cumplan sus compromisos, “sean quienes sean los que ocupen” las carteras de las consejerías. Así lo expresó su secretario general, Javier Ortega Smith, que aseguró que su partido velará por que el nuevo Ejecutivo regional aplique el programa de Vox: “No es una cuestión de nombres, es una cuestión de políticas. Aquí no se viene a poner siglas por delante, ni a poner nombres ni a poner sillones, aquí se viene a poner políticas”.