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“Mi compromiso es hasta el último minuto”

Tras negarse a izar la rojigualda, Izaskun Uriagereka dedica su último día en la alcaldía de mungia a concluir su trabajo

“Mi compromiso es hasta el último minuto”

ESTA noche me ha costado mucho dormir”. Así se expresaba Izaskun Uriagereka 24 horas antes de que este mediodía afronte el que será su último pleno como alcaldesa de Mungia. La jeltzale dejará el cargo tras haber agotado todas las vías judiciales para negarse a colocar la bandera española. Como en los últimos ocho años acudirá al Ayuntamiento como primera edil, pero cuando salga de la Casa Consistorial será una mungiarra más. DEIA compartió con ella unas horas del que fue su último día como alcaldesa por el PNV. “Es un día más. Como siempre, a las nueve menos cuarto de la mañana estaba en el despacho. Hay trabajo pendiente que se debe sacar adelante y, por respeto a los vecinos de Mungia, deben saber que su alcaldesa ha ejercido como tal hasta el último minuto”, señala. En una mesa asoma una pequeña bandeja con pasteles. “No se celebra nada. El otro día fue el cumpleaños de una compañera, trajo pasteles y son los que quedaron”, explica.

La mañana es realmente ajetreada. De entrada, debe firmar unos convenios para que 39 estudiantes del municipio hagan sus prácticas en empresas de la localidad: “El Ayuntamiento tiene otros problemas a los que también hay que dar cauce. Es importante la firma de estos convenios porque van a permitir que 39 jóvenes estudiantes de nuestro municipio puedan realizar sus prácticas en empresas del pueblo. Es importante para ellos y es importante para Mungia”. Uno a uno la secretaria municipal le va pasando los documentos para que la alcaldesa estampe en ellos su firma. Una hora más tarde debe presidir una Mesa de Contratación.

Entre una gestión y otra, recibe la llamada del anterior alcalde mungiarra, José Antonio Torrontegi, quien ayer mismo publicaba una carta abierta en este diario en la que le mandaba un sentido abrazo. “Fue mi alcalde y quien me enseñó y ayudó mucho para hacer más llevadero mi trabajo. Le he agradecido de corazón la carta que ha publicado y espero estar con él para decírselo personalmente”. Quien no le ha llamado es Carlos Urquijo, delegado del Gobierno español en la CAV. “Ya me gustaría que lo hubiera hecho. Y que me explicara el porqué de ese empecinamiento suyo en llevar a tribunales cuestiones que son políticas”.

La tarde, de entrada, se antojaba más calmada, aunque quizá no para sus sentimientos que, estos días, están a flor de piel. “Iré recogiendo las cosas. Además, tengo que despedirme de gente del Ayuntamiento. De algunos ya lo hecho y de otros espero hacerlo esta tarde o mañana antes del pleno”, asegura. ¿Y de los vecinos de Mungia? “Saben la razón por la que dejo la Alcaldía, pero aún así quiero también sacar tiempo para escribir una nota para leerla mañana en el pleno. La verdad es que soy muy sentimental y no sé qué pasará mañana (por hoy). Seguro que en algún momento se entrecortarán las palabras por la emoción”.

Decisión meditada A horas de dejar el cargo, insiste en que su decisión no es fruto de un calentón del momento. Por contra, es algo muy meditado. “Desde el 5 de julio de 2011, apenas 21 días después de tomar posesión del cargo, tenemos una espada de Damocles encima de la cabeza. Si yo hubiera sabido todo lo que ha llegado después, quizá no hubiera aceptado el cargo”, señala.

Contra quienes consideran que es fácil dejar la Alcaldía en puertas de que sea relevada en el cargo, recuerda que ya lo anunció en su día. “Tengo unas convicciones y reconozco que este país tiene problemas muy graves a consecuencia de la crisis económica. Sin embargo, nuestros símbolos, mis símbolos como nacionalista y abertzale, son también importantísimos. Y dije que, si tenía que ir en contra de mis convicciones, iba a dejar el cargo, faltaran dos meses o dos días. Eso sí, que sepan los vecinos de Mungia que hasta el mismo momento en que entregue el bastón de mando voy a estar trabajando en favor del pueblo, de todos los vecinos de este pueblo”.

Con tres hijos, unas mellizas de siete años y un chaval de once, el mayor sabe que su madre ha sido protagonista estos días e Izaskun le ha explicado su decisión. Tras el pleno de hoy se tomará unos días de descanso y después deberá reciclarse en su nueva vida. “Será difícil salir de casa y no tomar camino al Ayuntamiento”, señala Izaskun, que asegura que los que tomen su relevo saben que pueden contar con ella.