baiona - El debate sobre la reforma territorial de Francia sigue quemando etapas pero en lo tocante a Iparralde presenta novedades. La última la corriente creada en la región de Limousin, limítrofe con la de Aquitania que acoge en su seno el Departamento de Pirineos Atlánticos donde se asientan los tres territorios vascos en suelo del Estado francés. En los últimos días los partidarios de adherirse a Aquitania se han dejado notar en Limousin y han avivado el debate político.

El debate parlamentario del proyecto de ley del nuevo mapa de regiones no culminará hasta dentro de dos meses, pero la nueva propuesta introducida por el Gobierno regional, planteando la fusión entre Aquitania y Limousin, “es una de las pocas modificaciones que tiene el consenso de la Cámara alta”, aseguró ayer el ponente de la reforma territorial en las cámaras legislativas Carlos Da Silva. La mayoría de los consejeros regionales de Limousin también “se muestran de acuerdo con esta modificación”.

En el mapa inicial del gobierno, la región de Limousin aparecía dentro de la superregión Centre-Poitou-Charentes-Limousin, cuyas proporciones generaban intranquilidad a los occitanos, que temían perder poder. La senadora por Pirineos Atlánticos Frederique Espagnac señaló a este diario que “no solo adhesionarán Limousin a Aquitania, sino también Charentes” aunque no ofreció más explicaciones.

Los electos de Iparralde, que están dentro de la prefectura de los Pirineos Atlánticos, que está dentro de una región, Aquitania, que ahora tendrá casi un millón de habitantes más, recibieron con sorpresa el anuncio de estas modificaciones. Observando la forma que toma Aquitania en el nuevo dibujo de superregiones, algunos incluso pensaban “que se trataba de un chiste”. En el Ayuntamiento de Ustaritze, al que la prefectura acaba de llevar a tribunales por oficializar el euskera, un concejal manifestó ayer que “es una muestra más de que el Gobierno francés trata de crear un Estado uniformizante y destruir las particularidades. Trata de matar la voluntad de los vascos”.

La forma en la que el Ejecutivo Hollande está llevando a cabo la reforma ha sido muy criticada en Iparralde. Algunos, como Jean Tellechea, del PNB-EAJ, lamentaron que se decida todo desde París, sin concertación con los electos de los territorios. Otro de los ajustes del plan es dotar a los departamentos, a partir de 2016, del derecho a cambiarse de región, aunque tampoco satisface a los electos de Iparralde, a quienes París ha negado la opción de crear una colectividad territorial con estatuto único, y que ni siquiera tienen su propio departamento.