Interior aleja a un preso por kale borroka y acerca a uno gravemente enfermo

Bilbao. El Ministerio del Interior ha trasladado al preso Mikel Vargas Olasolo desde la cárcel guipuzcoana de Martutene hasta la prisión palentina de Dueñas, según informaron ayer a Europa Press fuentes penitenciarias. Estas mismas fuentes precisaron que Vargas Olasolo se encontraba cumpliendo condena en la Comunidad Autónoma Vasca desde que ingresó en prisión el pasado 3 de octubre de 2011. Ahora, y tras casi medio año en el penal donostiarra, el Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz le ha trasladado hasta Palencia.

En el centro penitenciario palentino cumplen condena actualmente al menos otros siete presos de la organización armada, entre ellos Asier Karrera Arenzana, condenado por el asesinato del dirigente socialista vasco Fernando Buesa, y que el pasado año fue trasladado durante unos meses a la cárcel alavesa de Nanclares -donde Instituciones Penitenciarias agrupa a los presos que rompen fehacientemente con la banda-, si bien emprendió el camino de vuelta.

Vargas no se enfrenta a una condena larga y tiene pasado en acciones de kale borroka. Fue detenido junto a otras 14 personas en 2007 en las cercanías de la Audiencia tras haber escapado a la segunda fase de una operación contra la kale borroka en Donostia el pasado 7 de noviembre de ese año. No obstante, fue puesto en libertad bajo 6.000 euros de fianza tras prestar declaración ante el magistrado Fernando Grande Marlaska. Se le acusaba de los delitos de integración en organización terrorista, estragos continuados y daños terroristas en función de su vinculación con la asociación juvenil Segi.

acercamiento Por contra, el pasado vienes fue trasladado a la cárcel de Basauri Aitzol Gogorza, que cumplía condena en el centro penitenciario de Sevilla. Gorgorza se encontraba en la lista de quince presos con enfermedades graves que el colectivo Herrira había exigido que fueran puestos en libertad. Gogorza, que está aquejado de una grave dolencia de carácter psiquiátrico, es natural de Errenteria y fue detenido en el Estado francés en 1999, donde cumplió condena antes de ser entregado a las autoridades españolas el pasado año.

Se trata del primer recluso enfermo que el Gobierno de Mariano Rajoy ha acercado a cárceles vascas, un movimiento que se produjo un día antes de la multitudinaria manifestación que se celebró el sábado en Iruñea en demanda de la libertad de los presos enfermos.

Además, estos movimientos -tanto del Vargas Olasolo como el de Ai-tzol Gogorza- se producen cuando la organización Herrira ha comenzado una campaña pueblo a pueblo para organizar lo que denominan "fichas humanas" de los presos, unos vídeos en los que se pretenden divulgar los aspectos personales y familiares de los reclusos.