bilbao. El colectivo de presos de ETA pretende "poner los medios" junto a la izquierda abertzale histórica para que los reclusos disidentes que cumplen condena en la cárcel de Langraitz -entre los que se encuentran históricos de la banda como Joseba Urrosolo Sistiaga, Carmen Gisasola, Kepa Pikabea y José Luis Álvarez Santacristina, Txelis- "no tengan ningún tipo de protección política". En un documento, al que ha tenido acceso Vasco Press, elaborado a finales de octubre que se está difundiendo actualmente entre los internos que forman parte del EPPK se formulan críticas contra la veintena de reclusos que están en el penal alavés después de haber roto la disciplina de la organización armada renunciando a la violencia y reconociendo el daño causado a las víctimas.
Es en ese documento de reciente elaboración en el que se da cuenta de la expulsión de tres presos de la cárcel de Langraitz, Idoia López Riaño, La Tigresa, Joseba Arizmendi y Andoni Díaz, a los que se achaca "estar integrados en la forma de vida y la política" de la cárcel alavesa. El sector oficial de los presos de ETA, agrupados en el denominado EPPK, boicoteó el pasado mes de septiembre la presencia de un representante de los presos de Langraitz en el acto de adhesión a la Declaración de Gernika.
Los reclusos disidentes habían previsto la asistencia de Carmen Gisasola, que ese fin de semana disfrutaba de un permiso penitenciario, para suscribir la Declaración de Gernika, pero los miembros del Colectivo de Presos Políticos vetaron su presencia amenazando con no acudir ellos si estaba presente la antigua miembro del comando Bizkaia.
"Desde hace tiempo la cárcel de Nanclares de la Oca se ha caracterizado por de ser una prisión puesta especialmente al servicio de la política de los arrepentidos", afirma la circular enviada a los reos de la organización armada. El documento al que ha tenido acceso Vasco Press señala que varios antiguos miembros de la banda "que decidieron por voluntad propia estar fuera del Colectivo están allí apartados". Añade que, utilizando el nombre de Presos comprometidos con el proceso irreversible de paz, algunos "están actuando bajo su sombra como grupo". La circular acusa a los disidentes de Langraitz de estar "profundizando en su propio camino" y de desarrollar "actitudes contra el EPPK, tanto en el mensaje como dado pasos concretos". Les acusa de presionar a los firmantes del Acuerdo de Gernika y de dar pasos "en el nuevo camino del arrepentimiento obligatorio".
"Como Colectivo no tenemos ninguna intención de entrar en polémicas estériles -afirma el documento-. Pero no estamos dispuestos a que el Colectivo y sus miembros se dejen enredar". Tras mencionar que algunos de los presos de Langraitz han salido a la calle gracias a "permisos especiales", señalan que habrá que actuar junto con la izquierda abertzale oficial "para que estos antiguos miembros no tengan ningún tipo de protección política".
El colectivo oficial de presos de ETA asegura que han sabido "hacer frente a todos los ataques" del Gobierno español, pero reconocen que "en los últimos tiempos el enemigo ha logrado varias pequeñas conquistas, ayudados por diferentes factores: el peso de la represión, la estrategia de superar la situación o las perspectivas políticas difusas".
asalto a la sede de etxerat Por otra parte, el colectivo de familiares de presos de ETA, Etxerat, denunció ayer el segundo asalto y robo a su sede de Gasteiz en cuatro meses, coincidiendo con el "hostigamiento mediático" que, a su juicio, sufre la asociación. Ane Zelaia y Mattin Troitiño leyeron ante los medios de comunicación un comunicado en castellano y euskera en el que enviaron un mensaje a los autores de la acción: "Ningún asalto ni agresión va a poder parar el trabajo de Etxerat".