Esperaba el zaguero de Sopela que a la tercera fuera la vencida y sacarse de este modo la espinita de la final del pasado año cuando perdió haciendo pareja con Gaubeka. Pues vaya si se sacó esa espina Iker Gordon. Junto al argentino Pablo Fusto firmaron un incontestable 3-0 (10-8, 10-6 y y 10-6) ante Gaubeka y Urrutia para vestir de azul la final de la Urrezko Pala Pro celebrada este sábado en un frontón de Mungia lleno hasta la bandera.

Tras un inicio en la que Gaubeka y Urrutia jugaron de tú a tú a al zaguero de Sopela y al delantero argentino, la lógica se decantó para estos últimos para firmar un ajustado 10-8. A partir de ahí ya no hubo color sobre la cancha de Mungia y el de Sopela sacó lo mejor de su juego y, bien compenetrado con el veterano Pablo Fusto, estaba claro que esta vez sí, tras las finales perdidas en 2018 y 2022, Iker Gordon iba a alcanzar, por fin, la victoria. Un incontestable 10-6 en el segundo set dejaba las cosas claras en Mungia.

El tercer set comenzó de una forma atípica con tres fallos seguidos de saque, dos a cargo de Iñaki Urrutia y otro del propio zaguero de Sopela. Pero tras ese desajuste inicial todo fue coser y cantar hasta que el argentino Pablo Fusto, cómo no, conseguía subir el tanto 10 al luminoso de Mungia, dando así rienda suelta a la celebración de Iker Gordon que, eufórico, gritó un “vamos” ante una afición entregada. Sí, a la tercera había sido la vencida. Ya no había espina clavada, todo lo contrario que Esteban Gaubeka que perdió esa final de 2022 con el sopelarra y que este sábado ha vuelto a morder polvo junto a Urrutia. Y es que hacer pareja con Pablo Fusto sigue siendo, pese a los años, toda una garantía para hacerse con la txapela.