La fama de pegador extraordinario se la ganó Iker Irribarria cuando siendo apenas un muchacho de 19 años superó a Aimar Olaizola por 22-14 en el Labrit en los cuartos de final del Manomanista. En el frontón iruindarra pervive aquel eco. Fue su gran anunciación antes de la Epifanía de convertirse en el rey tras conquistar la corona de la especialidad frente a Urrutikoetxea.
Irribarria, forzudo, pura exuberancia, desencadenado, derribó muros, mitos y récords. Con 26 años, dos Manomanistas y un Parejas después, Irribarria continúa pegando como un animal. El Labrit, que aclamó al pelotari, fue testigo otra vez de las condiciones del delantero de Arama. Pero como los gigantes, su talón de Aquiles es una dolencia en la rodilla derecha.
Demoledor Irribarria
Se retira Irribarria, pero en la cancha iruindarra, vinculado a Rezusta, con el que fue campeón del Parejas en 2017, prestó su último servicio a la causa. Con su victoria incontestable por 22-10 ante Peña II y Mariezkurrena, Peio Etxeberria, al que relevaba, y Rezusta solo necesitan una victoria en el play off para acceder a semifinales.
Ficha del partido
Irribarria-Rezusta: 22
Peña II-Mariezkurrena II: 10
Duración: 52:37 minutos
Saques: 1 de Irribarria.
Pelotazos: 467 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 9 de Irribarria, 7 de Peña II y 1 de Rezusta.
Errores: 2 de Irribarria, 1 de Peña II, 1 de Rezusta y 10 de Mariezkurrena II.
Marcador: 1-0, 2-0, 2-2, 4-2, 4-4, 6-4, 6-5, 8-5, 8-6, 10-6, 10-7, 11-7, 11-8, 12-8, 12-10 y 22-10.
Incidencias: Partido correspondiente a la liguilla de cuartos del Parejas. Lleno en el Labrit.
Su triunfo incorpora a Laso e Imaz a la misma situación, mientras que Peña II y Mariezkurrena II están obligados a dos triunfos, al igual que Urrutikoetxea y Albisu después de que Larrazabal, sustituto del delantero de Zaratamo, y el de Ataun cayeran ante Altuna III y Tolosa por 22-19 en Zalla este viernes. En Íscar, a modo de inventario, Jaka y Aranguren vencieron 22-18 contra Elordi y Zabaleta. Demasiado tarde.
Mariezkurrena, sin confianza
A falta del duelo de despedida del Atano el próximo sábado, el Labrit se puso en pie para decir adiós a Irribarria, que se exhibió. Firmó una actuación sideral y arrastró a la victoria a un sólido Rezusta. La plenitud de Irribarria contrastó con la peor versión de Mariezkurrena, que acumuló diez errores.
Se desmoronó el zaguero de Berriozar, nula la confianza. Peña II mantuvo el tipo y empujó hasta el 12-10, pero el desplome de Mariezkurrena no tenía remedio. Era un manojo de nervios. Nada que ver con Irribarria, contundente e imaginativo, una vez liberado. Su último duelo en un campeonato dejó la misma sensación de aquella irrupción meteórica en Labrit. Los aficionados le despidieron puestos en pie con una una sonora ovación. “No hay nada como sentirse querido”, cerró Irribarria.