Gernika, rey de la mano vizcaina
Los gernikarras superan a Markina en la intensa final del Interpueblos celebrada ayer en Bermeo
bermeo. El frontón Artza de Bermeo vistió sus mejores galas para celebrar el desenlace del Interpueblos BBK y su centenario. Markina llegaba a la final como defensor del título y con muchas ganas de reeditar el triunfo logrado el año pasado ante Zaratamo. Pero esta vez no pudo ser. Gernika aprovechó a la perfección sus ventajas y se convirtió en el nuevo campeón. Los markinarras empezaron bien y se llevaron con comodidad el primer partido, pero su oponentes no se preocuparon, ellos lo tenían claro, la clave eran los dos siguientes. En juveniles, Etxebarria realizó un fantástico encuentro que sirvió para inaugurar el casillero de los suyos; y en mayores la locura se desató entre los gernikarras. Irusta, y sobre todo Bilbao, realizaron un partido muy serio para llevarse el partido y la txapela. Gernika es el nuevo rey de la mano vizcaina.
El primer partido no tuvo color y acabó con un contundente 22-7 para los colorados. Los markinarras eran superiores a sus rivales y ellos lo sabían, no se pusieron nerviosos en ningún momento y consiguieron frenar el buen inicio de Gernika. Arrizabalaga y Urizar acribillaron a Esain, sin dejarle tomar el mínimo respiro; sin embargo, el zaguero azul no se achantó y respondió con entereza a sus oponentes. Pero poco a poco, Markel empezó a venirse abajo, no podía aguantar ese ritmo, y la brecha en el electrónico comenzó a ser prácticamente insalvable. Otazua intentó ayudar a su guardaespaldas, pero cometió demasiados errores. Mientras, Markina seguía a lo suyo, Arrizabalaga acabando bien los tantos y Urizar siendo un tótem en la zaga.
Gernika necesitaba ganar sí o sí y se encomendó a la figura de Etxebarria. Él era el pelotari referencia del partido y todos lo sabían. Por ello, Zubikarai y Arrasate decidieron cargar todo el juego sobre Pascual. El zaguero gernikarra vivió una auténtica pesadilla en la tarde de ayer, se vio dominado durante todo el choque y apenas consiguió gozar; además cometió demasiados errores que complicaron la vida a los suyos. Aun así, Aitor salió al rescate de su compañero, se echó todo el peso del partido sobre sus espaldas y comenzó a dar un recital de remates para acabar llevándose el partido por un ajustado 18-22.
Los pronósticos se cumplieron y la clave estuvo en el último choque. La tensión era máxima en las gradas del Artza, un único encuentro decidiría el ganador final. En los primeros compases, ninguno de los cuatro pelotaris quería fallar y el partido entró en una fase de peloteo tremenda en la que los zagueros tuvieron que exprimirse al máximo. Entonces, Bilbao empezó a arriesgar más. Jonbi se la jugó con los remates y le salió bien. Gorosabel y Castillo se defendieron bien pero a la hora de contraatacar no estuvieron acertados y gracias a ello, unido al bajón físico de los colorados, hizo que Gernika se llevara la victoria por 12-22. Un triunfo que sirvió para que los gernikarras se llevaran la txapela y arrebataran el título a Markina.