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RELATA Javier Urriza (Iruñea, 09-XI-1981) que fue complicado ganar el sábado a Patxi Zeberio en el frontón Galarreta de Hernani en la final del torneo Kutxa Individual. Y más con sus circunstancias. "¡Buff! Pude darle la vuelta, pero se me hizo muy difícil", explica. Y es que, el veterano delantero de Elduain comenzó la final con un 0-7 de salida que le puso las cosas de cara. La cátedra apostaba por las bonanzas del navarro, pero la experiencia de un remontista como Patxi suponen mucho en tamaña cita. Así que el de Iruñea tuvo que pelear para levantar los brazos en su primer envite de tanto calado. "Era mi primera final del mano a mano y yo estaba con mucha tensión, con muchos nervios", declara Urriza, que apostilla que "él empezó sacando de manera terrible y me hizo dudar, me costó ponerme para el golpe y lo noté". "Sabía lo complicado que era y en esos momentos te asalta la incertidumbre, pero tienes que seguir. Me calmé, confié y le di la vuelta. Conseguí empatar a 13 y, aun así, tuve que trabajar muchísimo", cuenta Javier, que prosigue señalando que "me pareció un partido interminable". Y se coronó en una final del mano a mano "durísima". "Cuando debutas en profesionales piensas que llegar al mano a mano es un sueño. En mi caso he ido trabajando día a día: me costó entrar en el de Primera, después fui ganando el puesto y ahora he cumplido este anhelo", manifiesta el iruindarra, quien no pudo alargar mucho la fiesta de su consagración por "estar destrozado" del partido.

Asimismo, el camino del pelotari de Iruñea es muy curioso, ya que sus inicios están ligados a la pala. Empezó con 14 años a darle al leño con seriedad y "desde siempre me habían comentado que con mis posturas de pala podría jugar mucho a remonte", rememora. Sin embargo, su senda palista cambió en el 2006. "Tras el Mundial de México, en el que gané el oro con Velilla en pala corta, me propusieron pasar al remonte de manera más seria. Lo consulté con Seve Arzelus y me aconsejó que probara durante un año", evoca Urriza. No se achantó el expalista navarro y se lanzó a probar en Galarreta y el Euskal. Debutó en esta última cancha, en Uharte, después de casi cuatro meses de dura preparación. "El Mundial fue en septiembre, a finales, y en enero ya debuté. Tuve que esforzarme mucho ese tiempo para llegar al nivel", declara el iruindarra.

suplir la técnica con trabajo Por ello, manifiesta Urriza que se le nota que no tiene la técnica depurada de haber jugado a remonte toda la vida. "Quizás no tenga algunos de los aspectos más técnicos, pero suplo eso a base de esfuerzo, físico y de mis experiencias con la pala, que por supuesto que me han dado otras cosas a la hora de afrontar los partidos de remonte", finaliza Javier Urriza.