Novak Djokovic dejó claro que no hay que descartarle para la victoria en Roland Garros después de superar la primera ronda ante el estadounidense Mackenzie McDonald por un triple 6-3 que supuso también su victoria 97 en el Grand Slam de la tierra batida, veintiuna de ellas en la primera ronda, en la que nunca ha fallado. El serbio se juntó con sus grandes rivales históricos para la despedida de Rafa Nadal el pasado domingo y tiene asumido que, a sus 38 años, esta puede ser su última presencia en París, quién sabe, y quiere exprimirla todo lo que pueda en un cuadro complicado.

“Es una sensación muy bonita volver a Roland Garros un año más, no sé cuántos Grand Slams me quedan, pero siempre intento disfrutar cada momento en esta pista tan especial. Me siento bien, más aquí porque tengo el recuerdo de los Juegos Olímpicos”, comentó después de su triunfo en primer ronda, que le dejó conforme ya que “ha sido un partido sólido, fue suficiente una rotura en cada set. Sé que puedo jugar a un nivel mejor, pero estoy contento”. Con su título 100 ya en el bolsillo, Djokovic siente que debe mejorar “porque cada partido que juego ahora me da una oportunidad de hacer historia”.

Su próximo rival será el imprevisible francés Corentin Moutet, un jugador que sale a la pista a dar espectáculo de forma, a veces, un tanto excéntrica. Será difícil que saque a Djokovic de sus casillas, aunque el de Belgrado tuvo ayer un momento de conflicto por su deseo de que se cerrara la pista central por el viento. Al final, hubo que hacerlo por la lluvia, pero los supervisores del torneo advirtieron de que no se puede cubrir la pista “cuando a él le conviene”.

Si Djokovic no falla en la primera ronda, todo lo contrario ocurre con Daniil Medvedev, que ayer fue eliminado por sexta vez en su partido de estreno en Roland Garros, donde pocas veces ha brillado. Su verdugo fue Cameron Norrie, un ex Top 10 que se impuso en el quinto set tras un duelo de alternativas. Dos de los aspirantes, Alexander Zverev en tres sets y Jack Draper en cuatro, avanzaron a al segunda ronda, donde también está el brasileño Joao Fonseca, uno de los jóvenes más prometedores del circuito que, con su espléndida derecha, se deshizo de Hubert Hurkacz, reciente finalista en Ginebra, en tres sets y con una autoridad llamativa.

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Sin sorpresas fememinas

En el cuadro femenino, la jornada dejó los triunfos sin complicaciones de las estadounidenses Coco Gauff y Jessica Pegula, segunda y tercera cabezas de serie, y la de la joven rusa Mirra Andreeva, una de las sensaciones del año, ante la cántabra Cristian Bucsa. Sorprendió a medias la derrota de la tunecina Ons Jabeur, venida a menos por las lesiones en el último año, lo que le ha llevado a caer bastantes posiciones en el ranking.