La selección española de balonmano se quedó sin margen de error y deberá ganar todos los partidos que le restan si quiere estar en los cuartos de final del Mundial de Croacia, Dinamarca y Noruega, tras caer ayer por 25-24 ante Noruego.
Un resultado que pocos hubieran podido prever a falta de veinte minutos para el final con los cinco goles de ventaja (14-19) que contaba el equipo español, al que se le atragantó el ataque con siete jugadores de campo que propuso el equipo nórdico en el tramo final. Todo un revés para España, que consciente de la delicada situación en la que llegaban a la cita los anfitriones, que contaban con cero puntos, pareció dispuesto a explotar el nerviosismo noruego con un contundente arranque de partido.
La eficacia ofensiva permitió a los Hispanos situarse con una ventaja de dos goles (1-3) que parecía podría hacer tambalearse a Noruega, muy tocada tras su mala primera fase. Pero la irrupción del guardameta Kristensen, que firmó tres paradas consecutivas, impidió la escapada del equipo español, que cada vez más firme en defensa logró, pese a todo, marcharse al descanso con renta (10-13). Los Hispanos lograron ampliar esa diferencia hasta cinco (13-18) gracias a un sensacional trabajo defensivo.
España vio reducida su ventaja (21-22) a poco más de diez minutos para el final, lo que obligó a pedir un tiempo muerto a Ribera. Problemas defensivos a los que se unieron los dificultades ofensivas de un equipo que comenzó a encadenar errores que permitieron a Noruega remontar (24-22) a falta de cuatro minutos. España se enredó en la defensa noruega condenándose a buscar el milagro en un lanzamiento de golpe franco con el reloj a cero de Imanol Garciandia que no impidió la derrota (25-24). Ahora toca vencer a Portugal y Brasil. – Efe