Jon Rahm está teniendo que tragar mucha saliva en el Wilmington Country Club de Delaware, donde se disputa el BMW Championship, la segunda cita de los play-offs de la FedEx Cup. El golfista de Barrika salió al campo el primer día poco después de conocer el fallecimiento de Ramón Barrenechea, íntimo amigo de la familia, presidente de la Federación Vizcaina de golf e impulsor de la iniciativa ‘RahmforKids’ que cada año se celebra en el campo de Meaztegi. Con ese lastre emocional, no pudo encontrar su mejor versión y ayer tampoco lo consiguió hasta el tramo de hoyos que iban del 10 al 16. Su juego no ha conseguido unir todos los aspectos para recortar golpes al campo y al cabo de dos días está en uno sobre par, lejos del liderato que al cierre de esta edición ocupaba el australiano Adam Scott con diez bajo par.

Sus primeros nueve hoyos de ayer presagiaban una jornada muy dura. El juego desde el tee seguía funcionando, pero a partir de ahí llegaron los problemas. Los hierros no facilitaban la tarea en los greenes al no conseguir la proximidad necesaria, las recuperaciones alrededor del green tampoco brillaba y el putt no acompañaba lo suficiente. Un par de ellos le hicieron la corbata y el resultado era de tres golpes sobre par en el ecuador de la vuelta. La cara del barrikoztarra mostraba profunda seriedad y decepción, como si prefiriera estar en otro sitio en lugar de en el campo de Delaware. Aún así, dejó un detalle de grandeza deportiva al impedir que su compañero Hideki Matsuyama se llevara un sanción por una bola que se le movió de forma involuntaria.

Sin embargo, le tocaba defender el prurito profesional, seguir peleando por unas opciones que parecen imposibles y la reacción llegó de manera inmediata y brillante. Al fin, Jon Rahm pudo embocar un putt desde casi cinco metros para firmar su primer birdie del día y su juego se elevó a los niveles necesarios para recobrar la confianza. En el 12, anotó otro gran putt de unos diez metros con el que anuló los malos impactos del segundo y tercer golpe y arrancó el primer birdie de la semana a los pares 5 del campo. El 14, otro par 5, fue un prodigio ya que dejó la bola a casi doce metros con dos golpes y metió el putt para eagle y poner su tarjeta bajo par en el día. En el 15, volvió a firmar un birdie desde cinco metros y le asomó una sonrisa al rostro al sentir que aún había remedio.

No obstante, el 17 hizo un quiebro negativo en el primer hoyo en el que Rahm dio un mal drive. Su bola fue a un bunker, de allí a otro y no hubo manera de salvar el par por solo unos centímetros. Al final, la cosa acabó a un golpe bajo par, destacable por como había arrancado la jornada, y en el puesto 51 entre los 68 participantes en el BMW Championship después de una ronda en la que solo cogió la mitad de greenes en regulación y, pese a todo, ganó dos golpes sobre la media con el putt. Quizás la cosa habría sido diferente sin las bolas hubieran quedado mas cerca de las banderas. Como en este torneo no hay corte, Jon Rahm aún tiene posibilidades de seguir subiendo puestos, como hizo la semana pasada en Memphis, y llegar a East Lake con opciones.