Un final a la altura

El de Barrika tuvo un rato en el que llegó a soñar con meterse en la pelea por los diez millones de dólares cuando hizo dos birdies consecutivos en los hoyos 5 y 6 que le llevaron hasta la cuarta posición. Pero de nuevo el putt le abandonó en los momentos críticos. Rahm cogió prácticamente todos los greenes en regulación, pero falló de nuevo a la hora del remate, lo que probablemente le ha privado de un resultado mucho mejor en East Lake.

Todo se torció ayer en el espacio de diez minutos cuando sucedieron muchas cosas que removieron el torneo. Jordan Spieth logró un tremendo eagle en el 10 que le metía de lleno en la pelea y complicaba aún más a Jon Rahm. El líder Paul Casey hacía dos bogeys seguidos y Kevin Kisner y Xander Schauffele le igualaban con sendos birdies. Justin Thomas subía al tercer puesto, pero lo peor de todo Rahm se iba de salida al agua que corre paralela a la calle del hoyo 8 y no pudo evitar un doble bogey que anuló sus brillantes birdies anteriores. Ese fallo fue una losa para toda la jornada. Tocaba empezar otra vez, pero el problema es que otros jugadores se le empezaron a colar en el Top 10 y ya se había alejado demasiado, a tres golpes, de Justin Thomas que cuando Casey empezó a fallar estaba muy cerca de ser el campeón de la FedEx Cup.

Unos minutos después, Kisner se hizo con el liderato en solitario lo que pasaba el triunfo a manos de Jordan Spieth. La emoción estaba en todo lo alto y la exigencia era máxima por el gran nivel de golf que llenaba East Lake, pero Rahm no iba a dar su brazo a torcer y en el difícil hoyo 9 embocó un putt de unos diez metros que le daba aire de nuevo y le mantenía con aspiraciones, aunque también le obligaba a una remontada muy complicada en la segunda mitad del recorrido, en la que hubo mucho movimiento.

remate brillante Entre el 10 y el 14 los marcadores en los puestos cabeceros no mejoraron, pero el vizcaino no pudo aprovecharlo. Al contrario, cometió bogeys en el 12 y el 14 que le rezagaron de forma definitiva porque sin puntería en torno a la bandera, el milagro era imposible. Sin embargo, Rahm hizo birdie en el 15 para equilibrar su tarjeta del día y con un birdie en el 18, ese par 5 al que le ha ganado un golpe cada día, se marchó de East Lake con un mejor sabor de boca después de una semana en la que su juego le traicionó en los greenes y firmó la tarjeta con uno bajo par en el día y como séptimo empatado.

Para entonces, la lucha por la FedEx Cup era ya cosa solo de Justin Thomas y Jordan Spieth, los dos amigos que amenazan con dominar el PGA Tour. El primero de ellos quedó dueño de su destino en los últimos cuatro hoyos y no falló. Acabó en el segundo puesto, que le valía para cerrar un año brillantísimo en el que ha ganado su primer major, el PGA Championship, además de otros tres títulos más. El torneo de Atlanta fue para el estadounidense Xander Schauffele, primer novato que gana el Tour Championship tras una jornada final excelente. La gran revelación del curso en el circuito de la PGA, de 23 años, nervios de acero y con cuatro nacionalidades en su visado, terminó, además, tercero en la clasificación de la FedEx Cup tras remontar 22 puestos en este espectacular cierre de East Lake.

1. Xander Schauffele268 (-12)

2. Justin Thomas269 (-11)

3. Russell Henley270 (-10)

3. Kevin Kisner270 (-10)

5. Paul Casey271 (-9)

6. Brooks Koepka272 (-8)

7. Tony Finau273 (-7)

7. Jordan Spieth273 (-7)

7. Jon Rahm273 (-7)

10. Sergio García274 (-6)