SAM Sunderland (1989, Southampton) tiene el dudoso honor de ser uno de los pilotos más talentosos que nunca ha podido terminar el Dakar. El inglés de KTM lo ha tenido prácticamente todo en estos últimos años. Buenas dotes de navegación, probablemente la mejor moto de la prueba y un talento inmenso para la conducción. Lo que le ha faltado a Sunderland es suerte. El británico ha vivido con un gafe que muchas veces a superado lo racional, dejándole sin poder pasar de la cuarta etapa en ninguna ocasión. Aunque este año parece que el maleficio por fin ha llegado a su fin. El piloto nacido en Inglaterra por fin ha podido demostrar sus dotes para el pilotaje y lejos de pagar su falta de kilómetros, se ha comportado como un veterano. Siempre a buen ritmo, sin fallar ningún día y viendo como sus rivales caían uno tras otros víctimas de las trampas del Dakar, algo que por fin ha podido evitar Sunderland, que salvo sorpresa se proclamará hoy ganador del Dakar la primera vez que consigue llegar a la meta final.
El talento de Sunderland ha florecido por fin en este Dakar, pero es algo que no sorprende a nadie. Cansado de la gris Inglaterra, el británico de KTM decidió dejarlo todo y embarcarse en la aventura de su vida. Con 19 años acudió a vivir con sus tíos a Dubái y allí encontró un trabajo dentro de la marca austriaca. Rodeado de motos y dunas, Sunderland encontró su pasión. “Solo por placer”, empezó a correr pruebas por la zona y su talento deslumbró a los presentes. Sunderland conoció el Dakar en 2012 y tras acabar con un sorprendente séptimo lugar en la primera etapa, tuvo que abandonar al día siguiente por un fallo mecánico.
de mal en peor Un nuevo candidato había entrado en las quinielas, pero con el llegó un gafe enorme. Volvió con ganas dos años más tarde y en la cuarta etapa, esta vez una KTM, también dijo basta cuando peleaba en los primeros puestos. Lejos de que a la tercera llegara la vencida, en la pasada edición ni siquiera pudo participar debido a una caída en Merzouga, que le provocó una rotura de fémur.
Sunderland ha querido acabar con su gafe de una vez por todas y a principios de año decidió cambiar toda su hoja de ruta para ello. Fue el momento de jugárselo al todo o nada. El británico decidió centrarse exclusivamente en el Dakar, dejando el resto de pruebas de lado, y parece que su estrategia ha dado resultado. Ayer, confirmó su liderazgo al acaba en quinto lugar y volver a administrar un día más con mucha entereza su renta a pesar de la victoria de Paulo Gonçalves. Sunderland solo ha ganado una etapa, pero ha hecho de la regularidad un arma letal. Por otra parte, esta etapa también estuvo marcada por el duelo en la categoría de coches entre Sébastien Loeb y Stephane Peterhansel. El primero conquistó su cuarta etapa, pero Monsieur Dakar no corrió ningún riesgo y tiene la victoria final en la mano.
Aun así, uno de los mayores problemas para la victoria de Sunderland puede estar en los despachos. Barreda fue sancionado con una hora en la cuarta etapa por realizar un repostaje en una zona prohibida. Honda, tras pensárselo varios días, decidió realizar una apelación. La Federación Internacional de Automovilismo, encargada del Dakar, desestimó el recurso al considerar que había sido presentado fuera de plazo, además reconoció que se había hecho con “malas formas” y que se trataba de una justificación que se amparaba en un vacío legal. La marca nipona amenaza con acudir a la Federación Francesa o al TAS para quitar esta penalización que dejaría a el británico de KTM sin el Dakar y proclamaría a Bang Bang, que está a 47:31, como nuevo ganador, sin embargo, la decisión final no llegaría hasta pasados unos meses.
1. Sam Sunderland (KTM) 31h.34:11
2. Matthias Walkner (KTM) a 33:09
3. Adrien Van Beveren (Yamaha) a 37:10
4. Gerard Farres (KTM) a 37:22
5. Joan Barreda (Honda) a 47:31
1. S. Peterhansel (Peugeot) 28h.20:16
2. Sébastien Loeb (Peugeot) a 5:32
3. Cyril Despres (Peugeot) a 32:54
4. Nani Roma (Toyota) a 1h.15:42
5. Giniel de Villiers (Toyota) a 1h.49:37