HECHO borrón y cuenta nueva de la campaña anterior, Getxo Artea y Bizkaia Gernika arrancan mañana una nueva temporada en la élite del rugby después de trazar unos caminos paralelos durante la vencida época veraniega. Lograda la tranquilidad que otorga la permanencia, y aún basando el grueso de sus plantillas en los jugadores de casa, ambos clubes han modificado sustancialmente sus estructuras con la incorporación de jugadores que aportan un plus de calidad. Cuentan, además, con nuevos entrenadores: los aurinegros han apostado por el neozelandés Brent Semmons, mientras que los basurdes han confiado la dirección técnica al argentino Bruno Mercanti. Lograr la salvación cuanto antes y tratar de meterse en los play-off son los propósitos que ambos se pueden fijar. Se trata de una misma revolución con un mismo objetivo.
La División de Honor del rugby estatal siempre suele ser una incógnita antes de que el oval comience a rodar. Los vallisoletanos VRAC y El Salvador, previsiblemente, estarán pronto en cabeza. Son unos habituales en la parte alta de la tabla, y lo seguirán siendo. A ello también aspiran la Santboiana, Santander y Complutense Cisneros, que han realizado incorporaciones de campanilla para estar más cerca de la dupla cabecera. De ahí en adelante, la tabla media se irá dilucidando con el paso de las fechas, y a asentarse en esa zona tranquila y huir desde el comienzo de los dos últimos puestos que pueden suponer un descenso de la categoría aspiran, a priori, los dos quinces vizcainos. El arranque, no obstante, no le será fácil ni a uno ni a otros. Este mismo fin de semana habrá doble derbi: Bizkaia Gernika viaja mañana a la siempre complicada cancha de Hernani, mientras que Getxo Artea recibe en casa a Ordizia. Los dos choques arrancan a las 17.00 horas.
El baile de jugadores habitual en pretemporada, en este caso, también se ha trasladado a los banquillos. De North Harbour, Nueva Zelanda, llega el nuevo míster getxotarra, Brent Semmons, que tratará de que los aurinegros no vuelvan a pasar los apuros de una pasada campaña en la que a punto estuvieron de perder la categoría. Las novedades en el club, sin embargo, también llegan al campo. Las bajas de Iñigo Calvo, Daniel Gutierrez, Jon Zabala, Liam Windon, Elih Baillie y Goyo Zabaloy, que vuelve al Gernika, serán compensadas con las incorporaciones de los argentinos Nico Costa, Patricio Todeschini, Santiago Troncoso y Thorsten Wiedemann, apertura alemán procedente que realiza el camino inverso a Zabaloy. Estos jugadores aportarán su granito de arena para compactar una plantilla en la que continúan piezas claves como Brad Linklater, apertura que el pasado año alcanzó la internacionalidad con España tras su brillante campaña, el pillier Leandro Wozniac y el tongano Anthony Matoto. Arrancar logrando el mayor número de puntos haciéndose fuerte sobre todo en Fadura para sobrellevar una liga tranquila será fundamental para un Getxo Artea que tiene mimbres de sobra para transitar con comodidad por una competición en la que por historia, afición y plantilla es uno de los fijos.
Mayor tranquilidad tuvo el pasado año la grada de Urbieta con un Bizkaia Gernika que, sin embargo, mostró cierta irregularidad en algunas de las fases decisivas de la Liga. Pero el verano ha sido movidito en la localidad foral. Una vez que se han marchado jugadores indispensables hasta la fecha como Iñigo Olaeta, Fede Castiglioni, Unai Lasa o el inglés Matthew Foulds, los recambios tratarán de compensar una plantilla que estará dirigida por Bruno Mercanti. Viejo conocido del club -en el que jugó varias campañas- y en su primera experiencia como preparador, los verdinegros se han traído a los argentinos Sebastián Joel Bertero, Joel Sclavi, Darío Caraan, Juan Pablo Pietrelli y Goyo Zabaloy, junto al chileno Antón Petrowitsch. “Contento” con las nuevas caras de los basurdes y el trabajo realizado de pretemporada, su entrenador tampoco ha cerrado la puerta a futuras nuevas incorporaciones. Sabedor de que los jugadores de casa suelen tirar del carro aunque hay que darles confianza, Mercanti busca implantar su estilo de juego en su nueva plantilla. “El pasado año fuimos irregulares en defensa”, ahonda el entrenador, y precisamente dotar de mayor solidez a esa faceta del juego será el primer reto “para mejorar”. “Mantenerse” aunque “progresar si es posible” es el propósito de la presente campaña, junto a “terminar entre los ocho primeros que abren la puerta a disputar la copa”. Sea como fuere, los 22 partidos de los que consta la temporada rugbística pondrán a getxotarras y gernikarras en su sitio.