donostia - Ya está aquí. La VIII Copa del Mundo de Rugby comienza para dilucidar una nueva batalla entre los mejores equipos del planeta y escribir un nuevo capítulo en el duelo entre las grandes selecciones del Hemisferio Norte y del Hemisferio Sur. Inglaterra, junto a la ciudad galesa de Cardiff, es la sede de una edición en la que, como siempre, Nueva Zelanda parte como principal favorito. El XV de la Rosa, sin embargo, está dispuesto a luchar contra todos los pronósticos para conquistar su segunda título mundial.
Los anfitriones alzaron ayer el telón del torneo en Twickenham frente a Fiyi (35-11). Después le sucederán otros 47 partidos en los que intervendrán casi 900 jugadores y técnicos de 20 países, hasta proclamar un nuevo campeón en la final del 31 de octubre.
Inglaterra ya acogió partidos mundialistas en 1991 y 1999, pero es la primera vez que organiza esta competición en solitario. Con la excepción del Millennium y de Twickenham, la mayor parte de los escenarios del campeonato no serán demasiado reconocibles para los aficionados al rugby, ya que el torneo ha ocupado estadios de fútbol como el Ciudad de Manchester, Saint James Park o el mismísimo Wembley.
Nueva Zelanda, el último campeón, lleva encima el sambenito de ser el principal candidato al triunfo. Los All Blacks son los principales aspirantes por juego y plantilla, pero solo han sido capaces de conquistar este torneo jugando como anfitriones en sus islas (1987 y 2011). Los neozelandeses no ganaron la última edición del Rugby Championship, que enfrenta a las potencias del Hemisferio Sur, aunque tampoco lo hicieron en su última victoria mundialista.
Tras los neozelandeses, el candidato que suena con más fuerza es Inglaterra. El XV de la Rosa, campeón en 2003, lleva cuatro años preparando esta cita y se ha convertido en un excelente equipo. Sin embargo, al conjunto de Stuart Lancaster le ha faltado competitividad en los momentos decisivos, lo que le ha llevado a conformarse con la segunda plaza del Seis Naciones los últimos cuatro años.
El rugby europeo también tiene sus esperanzas puestas en Gales e Irlanda. El XV del Trébol, campeón continental en 2014 y 2015, tiene un equipo sólido y el renacido Paul O’Connell -nuevo jugador del Toulon- ha sustituido como líder de la plantilla al retirado Brian O’Driscoll. En el debe de los irlandeses destaca su pobre bagaje en los mundiales. Al contrario que en el Seis Naciones, en el Mundial no suele haber margen para los fallos, e Irlanda nunca ha conseguido superar los cuartos de final del torneo.
Gales también tenía juego y jugadores para dar la sorpresa, pero su competitividad se ha visto lastrada por las numerosas lesiones que ha sufrido su plantilla. Su zaguero y pateador Leigh Halfpenny o su medio melé Rhys Webb son algunas de las bajas de un equipo que se queda corto de efectivos.
Las apuestas sitúan a Francia en el sexto lugar en la lista de favoritos. El XV del Gallo, sin ningún vasco en la convocatoria, tiene buenos jugadores y ya se sabe que lo imposible no es francés, pero, si la historia de los galos puede sostener su candidatura, su juego no justifica tanto optimismo.
No podían faltar entre los aspirantes Sudáfrica, campeona en 1995 y 2007, y Australia, campeón en 1991 y 1999. Sudafricanos y australianos ocupan respectivamente el tercer y el cuarto puesto en la lista de favoritos según los apostantes, detrás de Nueva Zelanda e Inglaterra. Los springboks, no obstante, vienen de cosechar tres derrotas -incluida una ante Argentina- en el Rugby Championship, y la selección vuelve a estar agitada por la polémica de los cupos raciales. Australia, ganadora de este torneo, puede ser serio aspirante si no falla su primera línea y no acusa las ausencias. Argentina, a su vez, tiene un cómodo camino hacia cuartos y podría romper los pronósticos.
fase de grupos La fase de grupos del torneo concluirá el próximo 11 de octubre. Veinte equipos competirán divididos en cuatro grupos. Los dos primeros de cada cuadro pasarán a cuartos de final. Además de estos dos conjuntos, el tercer clasificado se asegurará una plaza en el Mundial de Japón de 2019, lo que estimulará la competitividad entre los modestos.
En esta primera etapa se darán cita ocho equipos europeos (Escocia, Francia, Gales, Georgia, Inglaterra, Irlanda, Italia y Rumania), cinco de Oceanía (Australia, Fiyi, Nueva Zelanda, Samoa y Tonga), cuatro de América (Argentina, Canadá, EE.UU. y Uruguay), dos africanos (Namibia y Sudáfrica) y un único representante asiático, Japón. La mayoría de los favoritos no deberían pasar apuros para clasificarse, aunque algunos se jugarán entre sí el primer puesto del grupo.